Íñigo Martínez será el primer fichaje del Barça de cara a la próxima temporada. Como muchos ya sabían desde hace tiempo, está totalmente cerrado, y el acuerdo es total. Así que se incorporará de forma completamente gratuita cuando su actual vínculo con el Athletic Club de Bilbao expire, es decir, en el mes de junio. Y se pondrá a las órdenes de Xavi Hernández, heredando el dorsal ‘3’ que dejó libre Gerard Piqué después de anunciar su retirada.
La operación lleva el sello de Mateu Alemany, que ha sido quien se ha encargado de negociar todos los detalles con el internacional español, y quien ha recomendado vehementemente esta contratación a Joan Laporta desde el primer día. De hecho, su nombre ya estuvo sobre la mesa el pasado verano, antes de que cerraran a Jules Koundé, pero finalmente fue descartado por la negativa de ‘Los Leones’ a negociar por una de sus estrellas, como es costumbre.
Finalmente, desembarcará en el Camp Nou con un año de retraso, y se convertirá en el central zurdo que falta en la plantilla, y que ha obligado al ex entrenador del Al-Sadd a tener que recurrir a Marcos Alonso. Sin embargo, y pese a la necesidad de encontrar a alguien de este perfil, el egarense en ningún momento ha dado el OK a la llegada del vasco, por mucho que no tenga coste alguno. Y es que cree que no tiene el nivel ni las cualidades necesarias para ser titular.
Además, ya tiene una edad avanzada, cumplirá 32 años en unas semanas, así que no tiene apenas margen de mejora por delante. Pero eso no es todo, y es que como ha informado en exclusiva el diario ‘Mundo Deportivo’, Íñigo puede no llegar a vestir la camiseta del Barça, y marcharse a préstamo nada más llegar, en caso de que no consigan solucionar los problemas que tienen con la masa salarial, la cual deberán de rebajar 200 millones de euros.
Si finalmente no lo logran, Martínez no podrá ser inscrito, y por lo tanto, tendrá que hacer las maletas e irse cedido.