Partido para olvidar del Barcelona en Vallecas. No le salió nada a los de Xavi Hernández en un encuentro en el que la presión de los jugadores del Rayo Vallecano fue demasiado para un equipo que dejó una imagen más propia de un equipo ya campeón sin jugarse nada que uno que aún tiene que materializar el título.
Lo único que puede destacar el Barça, más allá de unos Ronald Araujo o Marc André ter Stegen que nunca fallan, estuvo en el gol de Robert Lewandowski. El polaco estaba cuajando otro mal partido, en la tónica de los últimos días, pero al menos pudo reencontrarse de cara a puerta con un zurdazo que metió a los suyos en el duelo.
El medio del campo hizo aguas ante un equipo que presiona tanto como el Rayo. Pedri y Frenkie de Jong se mostraron aún renqueantes y ni siquiera pudieron terminar el partido. Un fallo del neerlandés costó el 2-0 al Barcelona y el canario, al menos, se multiplicó pidiendo la pelota para intentar llevarla arriba con peligro.
Algo que también hizo Raphinha, pero el brasileño pocas veces encontró a un compañeros. Se pasó todo el partido poniendo balones a la nada, lejos de jugadores con la camiseta azulgrana. Al menos apareció, porque Ferran Torres, ni por ahí.
Tampoco estuvieron bien atrás Koundé y Balde mientras ambos jugaron por la derecha y la izquierda, respectivamente. Un carrusel de problemas del que Xavi no puede destacar ahora ni al sol ni al césped como motivos de esta derrota. "La vida pirata, la vida mejor", cantaba Vallecas después de ver a un Barcelona que mostró esa precisa versión pirata: la mala copia de unos jugadores que, con todo, se encaminan hacia el título de LaLiga.