El Barça consiguió proclamarse este domingo campeón de LaLiga Santander ante el Espanyol. Lo hizo en un partido cómodo, con goleada y dejando atrás las dudas de los encuentros en los que los de Xavi Hernández resolvían por la mínima. Era un duelo clave y el equipo respondió. Lo hizo de manera brillante bajo la velocidad de Balde, el olfato goleador de Lewandowski y la magia de Pedri.
El Barça controló sin problema el partido desde el pitido inicial. Se hizo dueño del balón y no obtuvo respuesta por parte de un anfitrión que fue muy inferior. En el 11', el polaco fue el encargado de abrir el marcador tras una gran jugada en velocidad de Balde hasta línea de fondo. El segundo, obra del lateral, llegó en el 20', batió la portería de Pacheco después de una maniobra fantástica de Pedri. Y ya en el 40', Lewandowski se citó de nuevo con el gol en una de las incorporaciones de Raphinha.
No hecho el frenó tras el descanso, el Barça consiguió ampliar distancias por medio de Koundé. El francés envió al fondo de la red con un cabezazo tras un centro medido de Frenkie de Jong. Un partido que controló en todo momento a pesar de los goles de Puado y Balde y que sirve para cerrar una noche de sueño, con título en su poder y a falta aún de cuatro jornadas para que acabe la temporada.