El futbolista del Barcelona Alejandro Balde afirmó que “ante el primer insulto racista se debería parar el partido y no se debería volver a jugar", en referencia a los incidentes racistas ocurridos en Mestalla el pasado domingo con el delantero del Real Madrid Vinicius Jr. como protagonista.
"Eso haría que la gente dejara de hacerlo. En las calles el racismo es más complicado de parar, pero en el fútbol se puede hacer algo importante”, aseguró el lateral azulgrana en una entrevista concedida a GQ.
El joven defensor español (19 años), una de las grandes irrupciones de la temporada en el Barça y en LaLiga Santander, señaló que si un padre le dice 'mono de mierda' a Vinicius, es "muy probable" que su hijo se lo diga "a un niño negro" en el colegio.
Balde cree que el comportamiento en los estadios "se repite" en la calle y que los racistas van a "insultar" a obreros o a trabajadores por el color de su piel, ya que les "da igual" que la persona tenga dinero o no.
"Cuando era pequeño recuerdo querer jugar un partido en un parque y los niños decirme a mí y a mi hermano que sus familias no les dejaban jugar con negros. Mis padres han tenido problemas para conseguir trabajo por el color de su piel", añadió el lateral azulgrana sobre el racismo que él y su familia han vivido.
El futbolista, de padre guineano y madre dominicana, se crió en el distrito de Sant Martí, en uno de los barrios más humildes de Barcelona y, lamentablemente, aseguró que son cosas "con las que creces" y que le hicieron creer que era "lo normal”.
Por ello, no olvida sus orígenes. "El otro día estuve en mi colegio. Creo que es muy importante que en un barrio así los niños puedan ver a alguien como yo, que ha llegado al Barça y a la selección, y que ha salido del mismo lugar que ellos. El deporte es fundamental en los barrios marginales como el mío", apuntó.
Si no hubiera sido por el deporte, no sabe lo que habría sido de él. El deporte es "muy importante" para que los niños "se centren y se evadan" de los problemas que puedan tener, finalizó Balde.