Un gol y una asistencia completó Joao Cancelo en la remontada que el Barcelona ejecutó en siete minutos contra el Celta (3-2), pero ni así acabó contento el talentoso lateral multiusos, que admitió haber hecho un partido "muy malo" en el que jugó con la "cabeza perdida".
Las malas sensaciones del portugués tras el duelo contra el equipo gallego lo refrendan los datos avanzados: perdió 12 balones, siendo más errático si se compara con las pérdidas que sumó ante el Amberes (4), el Betis (5) y Osasuna (2).
Paradójicamente, la calidad de este carrilero con alma de centrocampista fue decisiva para que el Barça diera la vuelta a un encuentro que en el minuto 80 perdía por 0-2.
Cancelo salió en la foto del gol del empate a dos. Situado en la derecha, picó al espacio y Raphinha le sirvió un balón profundo que el luso aprovechó para asistir a Lewandowski, que remató a placer desde el punto de penalti.
Y cuatro minutos después se enfundó el traje de delantero para cerrar la loca remontada que firmó el equipo de Xavi Hernández. Gavi centró desde la izquierda y el lateral llegó de segunda línea para impactar el balón con el exterior del pie derecho.
Lo celebró el internacional luso en el césped del Estadio Olímpico de Montjuïc, pero pocos minutos después, en declaraciones a los micrófonos de Movistar LaLiga, se mostró autocrítico con su juego: "Hice un partido muy malo, tenía la cabeza perdida y he cometido errores técnicos que no son propios de mí"
En rueda de prensa, su entrenador, Xavi Hernández, elogió la "fe" de Cancelo en liderar la remontada, a pesar de que, como su pupilo, reconoció que no hizo "su mejor partido" desde su llegada. Diferencial desde el primer partido.
Porque Cancelo se ha erigido en un futbolista diferencial desde el primer minuto. Tras el acuerdo por su cesión entre el Manchester City y el Barcelona en el último día de mercado, el carrilero diestro debutó dos días después ante Osasuna. Entró en el minuto 59 por Sergi Roberto y desde entonces no ha perdido la titularidad contra el Betis, el Amberes y el Celta.
En la goleada contra el equipo andaluz, ya dio muestras de su calidad. Jugó por dentro, convirtiéndose en un centrocampista más en ataque, y se estrenó en Montjuïc con un golazo propio de un extremo: gambeteó, zafándose de su marcador, e impactó un trallazo cruzado con la diestra.
Anoche, en su peor partido de los cuatro que ha disputado con la zamarra azulgrana, exhibió personalidad para redimirse de los errores que cometió a lo largo del choque.
Y es que su carácter está marcado por una tragedia. A los 18 años fue testigo junto a su hermano del accidente automovilístico que acabó con la vida de su madre, a la que dedica todos sus goles y recuerda en todas sus publicaciones en la red social instagram con la etiqueta #mommyblessme.
En el vestuario azulgrana, Cancelo ha encajado bien, cuentan a EFE desde la Ciudad Deportiva Joan Gamper, que lo definen como un futbolista autoexigente a la vez que introvertido.
Cuando aterrizó en Barcelona, Raphinha le hizo de anfitrión y Mantiene una buena relación con su compatriota Joao Félix, así como con Ilkay Gündogan y Ferran Torres, con los que coincidió en el Manchester City.
Xavi es uno de los grandes valedores de Cancelo, su prioridad junto con Juan Foyth para reforzar el carril derecho en el último mercado de verano. El argentino quedó descartado por las altas pretensiones del Villarreal.
Finalmente, el elegido fue el portugués, un descarte de Pep Guardiola, que en las primeras temporadas en el City lo potenció como un futbolista total, capaz de jugar en las dos bandas y también en la medular.
El curso pasado perdió algo de protagonismo y en el mercado de invierno decidió salir del club de Manchester para jugar a préstamo en el Bayern Múnich.
En esa ventana de mercado, Cancelo ya estuvo a punto de acabar cedido en el Barcelona, pero la operación se frustró y finalmente recaló en las filas del equipo alemán, con el que disputó un total de 21 partidos en la segunda mitad de la temporada.
Ahora Cancelo, sin apenas competencia en el lateral derecho, quiere reivindicarse en el Barça, cuya cesión finaliza el próximo 30 de junio de 2024.
Ambas partes están llamadas a entenderse más allá de esta temporada. El club azulgrana ha atinado por primera vez desde 2016 con un lateral del nivel de Dani Alves, mientras que a sus 29 años Cancelo parece haber encontrado su sitio en Barcelona.
"Jugar en el Barça es un sueño, pero si no rindo no me van a querer", dijo tras el encuentro contra el Celta. Su continuidad en Barcelona dependerá de él, pero sobre todo de la capacidad financiera del club azulgrana de acometer su fichaje en el próximo mercado estival.