"Prefiero ganar por 5-4 que por 1-0", defendía Johan Cruyff, una máxima que el Barcelona de Xavi Hernández parece haber aplicado parcialmente en un inicio de curso en el que ha encajado ocho goles en siete jornadas de LALIGA, los mismos tantos que la pasada temporada recibió en las primeras 23 fechas.
El guardameta Marc-André ter Stegen, vigente premio Zamora tras encajar 20 tantos en 38 jornadas en la 2022-23, solo ha conseguido dejar la portería a cero en las victorias contra el Cádiz (2-0) y el Betis (5-0) y en el empate en Getafe (0-0).
Por contra, en las remontadas contra el Villarreal (3-4), el Celta (3-2), en la victoria contra Osasuna (1-2) y en el último empate contra el Mallorca (2-2), el vigente campeón ha titubeado en la parcela defensiva.
Unos guarismos que contrastan con las 26 porterías a cero que el internacional alemán fijó el curso pasado, igualando el récord de Paco Liaño con el Deportivo de la Coruña en la temporada 1993-94.
Y es que en hasta once ocasiones el Barça ganó por 1-0 ante cinco rivales en el Spotify Camp Nou (Celta, Getafe, Valencia, Atlético de Madrid y Osasuna) y seis fuera de casa (Mallorca, Valencia, Atlético, Girona, Villarreal y Athletic Club). Este curso el Barça todavía no ha repetido este resultado. Más tiros recibidos por partido
¿Pero por qué el Barcelona de la temporada 2022-23 está encajando más goles en este inicio de curso? Tras el empate (2-2) ante el Mallorca, el técnico Xavi Hernández habló de "errores puntuales" para analizar los dos tantos del conjunto entrenado por Javier Aguirre, si bien reconoció que el equipo no es tan fiable atrás como el curso pasado.
"El problema es que hay que estar más atentos, y tenemos que mejorar. No es un problema de atacar a líneas de cinco, y sí de estar atentos en defensa", valoró el técnico de Terrassa.
Los datos avanzados contabilizados por BeSoccer para EFE confirman las palabras de Xavi. El Barça de la temporada 2022-23 recibía 2,85 disparos a puerta por partido, de los cuales un 18,52% acabaron en gol. En las primeras siete jornadas, el vigente campeón de Liga ha encajado 3,85 tiros a portería por encuentro y un 29,63% han terminado en la red de Ter Stegen.
También es cierto que el campeón de la pasada LALIGA jugó muchos partidos con una defensa formada por tres centrales, con Jules Koundé o Ronald Araujo ocupando la posición de lateral derecho.
Ahora, con la llegada de Joao Cancelo, el Barça afronta los partidos con dos laterales ofensivos -el luso y Alejandro Balde- y los centrales quedan más expuestos.
Y sus rivales saben cómo hacerle daño. El sábado pasado, Rafa Benítez jugó con dos puntas -Larsen y Aspas-, un esquema que repitió en Son Moix Javier Aguirre, dando la alternativa a Vedat Muriqi y Abdón Prats, autores de los tantos mallorquinistas.
Pero lo que pierde atrás este curso lo gana en la parcela ofensiva. El Barça 2023-24 tiene, hasta el momento, más pegada que el equipo del curso pasado, cuando anotaba 1,82 dianas por partido con un 35,75% de efectividad. En la presente campaña tiene una media de 2,57 goles y un 40% de acierto.
En definitiva, Ter Stegen tiene un peor porcentaje de paradas -82,69% el curso pasado y un 70,3% actualmente- y los jugadores de campo son más efectivos que antaño. Una cuestión de áreas.