Joan Laporta hizo todo lo posible para hacer realidad el sueño de los aficionados y de Xavi Hernández, que era ver de vuelta a Leo Messi en el Barça. Desde el día en el que se fue, rezaban para que solamente fuera un ‘hasta luego’, y no un adiós definitivo, y este verano tenían la posibilidad de traerlo de regreso, aprovechando que no quería renovar su compromiso con el Paris Saint-Germain, y finalizaba contrato en el pasado 30 de junio.
Desgraciadamente, todos los intentos fueron en vano. A pesar de que el presidente le ofrecía la posibilidad de firmar un vínculo a corto plazo, con la posibilidad de que solamente estuviera entre seis y 18 meses, no hubo manera de que pudiera aterrizar en el Camp Nou. El tope salarial impidió que ‘La Pulga’ pudiera vivir una segunda etapa en La Liga EA Sports, y al final se decantó por la propuesta que David Beckham le presentó para mudarse a Estados Unidos.
Su destino se encontró en el Inter de Miami, donde comparte vestuario con dos leyendas de la entidad culé como lo son Sergio Busquets y Jordi Alba, y donde el entrenador es Gerardo ‘el Tata’ Martino, que también tuvo un paso por el conjunto azulgrana, aunque solamente duró un año. Y en Estados Unidos, el crack argentino parece haber recuperado la sonrisa y la felicidad que había perdido en sus dos cursos en el Parque de los Príncipes.
Laporta se tuvo que conformar con dejar escapar a Messi para que se marchara a la Major League Soccer, y la única vía de que vuelva a lucir la elástica del Barça es gracias al partido homenaje que ya se le está preparando. Como informa el diario ‘Sport’ las conversaciones para que se produzca un amistoso entre ambas escuadras están muy avanzadas, y si todo va bien, es algo que podría producirse el próximo año, con motivo de la inauguración del nuevo Camp Nou.
De modo que Leo no regresará a la ciudad condal, y colgará las botas en otro lugar, ya sea en Miami, o en Newell’s Old Boys, una posibilidad de la que también se está hablando mucho.