Xavi Hernández cumple este lunes dos años desde que fichó como técnico del Barça para suplir a un Ronald Koeman señalado por una etapa desastrosa en el club culé. Desde entonces, el entrenador catalán ha vivido luces y sombras en el complicado camino de reconstruir un Barcelona en crisis económica y deportiva.
Un cumpleaños que espera tener su regalo en la competición que más le ha hecho sufrir desde el banquillo: la Champions League. Este martes se enfrenta ante el Shakthar con la misión de recuperar la mejor versión del equipo y dejar claro que dará alegrías en Europa y en un futuro no muy lejano. Sin embargo, dejando a un lado el partido europeo, lanzó un discurso en rueda de prensa valorando como ha evolucionado el Barça desde que él es "el director de orquesta".
"Hemos ido cumpliendo los objetivos que nos habíamos marcado como staff y que nos marcó el club. Llegamos en un momento difícil a nivel de números y clasificación, salvamos la temporada. En la segunda ganamos dos títulos y con buen juego. Ahora hay que conseguir la excelencia. Estamos a mitad de camino para recuperar un Barça grande. El resumen es positivo. Estoy contento y feliz pero estamos a la mitad del éxito total. Un Barça en Europa y que siga compitiendo en las competiciones domésticas".
"Hubo un punto de inflexión al ganar la Supercopa española contra el Madrid y con buen juego. Fue fundamental para que los jugadores se lo creyeran", añadió Xavi.
Hasta ahora ha dirigido 105 encuentros con el Barça: 67 victorias, 18 empates y 20 derrotas. Una etapa en la que estrenó su palmarés la temporada pasada conquistando la Supercopa de España y la Liga.