El FC Barcelona está bloqueado en una crisis deportiva que urge cambiar radicalmente. La derrota ante el Shakthar fue el culmen de una mala imagen del equipo que lleva arrastrando el conjunto azulgrana desde hacer varias semanas. A raíz de ello, el gran señalado del Barça ha sido Xavi Hernández, cuya salida empieza a someterse a debate a pesar de que aún sea muy pronto para sacar conclusiones.
Aunque Joan Laporta tiene confianza plena en el técnico catalán, la plantilla se ha encargado esta semana de hacer piña y formar un grupo más unido que ayude a cambiar la dinámica.
Según informa el diario Sport, la noche del pasado miércoles (un días después de caer en Hamburgo) hubo una cena de conjura única y exclusivamente para los futbolistas del cuadro culé, es decir, sin directivos ni cuerpo técnico y, por supuesto, sin Xavi Hernández.
Una idea que surgió a raíz de la decisión unánime de los cuatro capitanes del primer equipo: Sergi Roberto, Marc André ter Stegen, Ronald Araujo y Frenkie de Jong. Durante aquella cena, la plantilla azulgrana trató tanto asuntos deportivos como internos entre los propios compañeros. Un claro indicio de que pudo haberse hablado de la tensión entre Güngogan y sus compañeros que llevan produciéndose varias veces a lo largo de la temporada.
Sin embargo, el principal objetivo fue levantar la moral y salir con otra cara al partido del domingo en Montjüic ante el Alavés.
Aunque se dejó al staff de lado, en el entrenamiento de este viernes se produjo otra conversación en el Barcelona. En esta ocasión, entre la plantilla con Xavi y su cuerpo técnico. Una reunión en la que además de hablar cuestiones tácticas de cara al partido liguero también se hizo hincapié a rebajar el ruido mediático, aparcar las diferencias e ir todos hacia la misma dirección.
Una conexión que se vivía a principio de campaña pero que se fue diluyendo cuando empezaron a llegar los malos resultados. El objetivo del Barça es sumar un triunfo ante el conjunto vasco y aprovechar el parón de selecciones para coger aire, resetear y regresar con más fuerzas. En el horizonte hay dos objetivos: dar caza al liderato y asegurar el pase a octavos de la Champions League.