Gündogan fichó el pasado verano por el FC Barcelona como la mejor operación de Joan Laporta. Después de ganarlo todo con el Manchester City, el centrocampista alemán buscaba nuevos retos en su vida y decidió vestir de azulgrana para ser el cerebro del conjunto de Xavi Hernández.
Una nueva aventura que no ha comenzado como él esperaba, con un enfrentamiento con el técnico catalán después de echar la bronca a sus compañeros de equipo tras El Clásico que generado cierta tensión en Montjuic en varias ocasiones. Aunque es indiscutible en el once con 24 participaciones en 24 partidos, las broncas para el alemán no terminan en la Ciudad Condal, ya que los problemas también llegan desde su propia Selección y con reproches mucho más duros.
Impulsado como actual capitán de Alemania, su rendimiento con la tetracampeona del Mundo no está correspondiendo con el nivel que tiene cuando viste de azulgrana. Desaparecido en la eliminación del Mundial de Qatar, los germanos han notado que el equipo hace aguas por todas partes.
De los seis partidos que han jugado en 2023 han ganado dos, empatado uno y perdido tres en los que Gündogan solo ha hecho una asistencia. Un mal registro que Ralph-Uwe Schaffert, vicepresidente de la DFB, se haya cebado para criticar la actitud del centrocampista azulgrana cuando juega con la selección: "Extrañamente juega de manera sobresaliente en el club y luego juega de tal manera en la selección que uno puede llegar a pensar: ¿Ha mandado a su hermano gemelo, con menos talento? No lo entiendo", exclamaba en el medio alemán Hannoversche Allgemeine. Una raja que también ha tenido para otros pesos pesados en el vestuario como Josua Kimmich (Bayer Múnich) y que abre una guerra entre federación y equipo.
Un mal momento que hace que muchos pidan la vuelta de Toni Kroos a la selección para ser el motor del equipo como su compañero en el Real Madrid Antonio Rudiger. Más leña al fuego para desquiciar a un Gündogan que ya está en dos dianas.