Xavi Hernández está más tocado que nunca desde que es entrenador del FC Barcelona. Perder por goleada ante el Real Madrid nunca es plato de buen gusto para el club azulgrana, y menos si es una final con un título en juego.
Cuatro goles encajó su equipo en la Supercopa de España ante los de Carlo Ancelotti, quién incluso defendió al técnico catalán. Una imagen del Barça que, no solo evidenció la gran diferencia de nivel que existe entre los dos equipos, sino que además dejó claro que Xavi atraviesa un momento crítico para continuar liderando el proyecto que lleva construyendo en los últimos años.
Ganar el título ante el eterno rival suponía como una gran oportunidad de dar un golpe a la mesa para dejar atrás la cuestionada imagen del equipo. Sus pinchazos en Liga (a ocho puntos del líder Girona) y en Champions (cayó ante el Amberes) le pusieron en el centro de todas las críticas como el culpable de la mala imagen del Barça.
Una espiral de acusaciones que hizo que Xavi se escudara en señalar otros factores ajenos al juego de su equipo. Sin embargo, por primera vez en una rueda de prensa se vio una cara abatida, cabizbaja y frustrada por no haber sido de dar pelea al Real Madrid. Desde catalogar el partido como "el peor de todos" hasta pedir disculpas públicamente a los aficionados culés, el catalán no pudo ser más sincero para reflejar la impotencia de la plantilla.
Un partido en el que el dibujo no funcionó: dos goles en apenas diez minutos. Dos errores graves defensivos en los que Vinicius no perdonó y que dio un mazazo terrible al Barça para que Xavi pudiese hacer reaccionar a su equipo. Aunque con el gol de Lewandowski aseguró que hubo opciones, el penalti de Araujo fue determinante y desconectó a los jugadores para dar la vuelta al partido.
Con la segunda parte aún por delante, Xavi mantuvo el mismo guion del partido con posesiones largas pero sin acercamiento a la portería de Lunin. Un duelo en el que el Real Madrid fue más eficaz arriba anotando el cuarto gol. Los cambios llegaron tarde con Joao Félix y Lamine Yamal, dos jugadores que los culés piden a gritos más titularidades en esta clase de partidos. 4-1 que no parece mostrar nerviosismo a Xavi con su futuro.
Varias preguntas en la rueda de prensa iban dirigidas acerca de si tenía la confianza de Joan Laporta para seguir al mando. Un voto de confianza que Xavi aseguró ante los medios que tenía: "La tengo. Hay que hacer autocrítica pero sigo creyendo en el proyecto".
"Sí, pero estoy preparado. No tengo problemas porque creo que somos capaces de revertir la situación. Estoy fuerte y estoy tranquilo. Es un paso atrás en el proyecto pero esto continua. Habrá muchísima crítica y merecida", confesó acerca de si su figura quedaba tocada.
Incluso, sabiendo que el mundo le señala como el culpable de la derrota, Xavi lanzó un mensaje para que el aficionado azulgrana sea optimista para lo que resta de temporada: "Lo hemos hecho y conmigo de entrenador. El año pasado ganamos títulos. Insisto, hoy hay que pedir perdón pero argumentos hay. Hace un año teníamos argumentos para decir que era una nueva era. Hay que aguantar y hay que hacer un reset. Luchar por los tres títulos que quedan".