El Barcelona volvió a sufrir en Copa del Rey ante Unionistas. Un partido crucial para mantenerse en la competición y que en el cuadro culé volvió a vivirse de la misma manera que ante el Barbastro. De hecho, a Xavi Hernández se le vio en algunos momentos algo nervioso ante la posibilidad de poder perder la segunda copa en apenas una semana tras su derrota ante el Real Madrid.
El técnico culé sabía de la importancia del choque y se lo tomó como tal desde el banquillo, aunque el primer tanto del equipo salmantino cambió los planes del preparador. Varios gestos y palabras que dirigió a sus jugadores reflejando su desaprobación de lo que estaba viendo en el partido. Sin embargo, afortunadamente para el cuadro azulgrana Ferran Torres puso el empate poco antes del descanso en una contra aprovechando que el equipo rival se había ido con todo a por el segundo. Finalmente, el cuadro de la Ciudad Condal se impuso y consiguió el pase a la siguiente fase gracias al 1-3 con el que acabó el encuentro.
José Antonio Luque expuso que era normal el enfado que tenía con sus pupilos ante el partido que estaba realizando recalcando que "la primera parte del Barcelona había sido lamentable".Por otro lado, David Barral, exfutbolista de LALIGA EA Sports y LALIGA Hypermotion, expuso que ese tipo de acciones "son gestos de no tener confianza en sus futbolistas, porque un entrenador que la tiene debe transmitir tranquilidad", a lo que Luque respondió que "la situación está como está".
Posteriormente, expuso Roberto Gómez sus impresiones describiendo el encuentro como "muy cabrito, jugadores poco motivados" y seguidamente le afeó también las maldiciones que soltó el técnico en los primeros minutos que captaron los compañeros de ElDesmarque. "Es un marrón", definió el compañero sobre el duelo copero.