El Barcelona sufrió de la lindo contra el Villarreal para dar la vuelta al marcador en la segunda mitad. Después de recibir dos goles, uno de Gerard Moreno después de su gol polémico anulado y otro de Akhomach, los de Xavi Hernández despertaron con un huracán de ocasiones que obtuvo el premio con efecto inmediato.
Después del gol de Gündogan para recortar distancias, el conjunto azulgrana subió la marcha con todos sus efectivos al ataque para mover la férrea defensa de los de Marcelino. Como estaba en el guion, el desequilibrio constante de Lamine Yamal dio sus frutos metiendo un balón que, después de que el alemán no lograse conectar el pase, apareció Pedri colocado en la mejor posición como el más listo de la clase para definir de lujo con muchos jugadores delante. Un gol que quedó completamente eclipsado con lo que ocurrió después.