Xavi Hernández parece que ha solventado la sangría defensiva que tanto le estaba perjudicando durante toda la temporada. En la victoria ante el Mallorca, más allá del cuestionado juego del equipo y los tres puntos que le ponen a cinco del Real Madrid, lograron mantener de nuevo la portería a cero. Una imbatibilidad que se ha hecho recurrente en los últimos partidos que sirven de confianza de cara al partido clave del martes en Champions contra el Nápoles.
Aún así, es importante saber qué es lo que ha cambiado el técnico catalán en el equipo para justificar que es lo que le hace al Barcelona ser un equipo más compacto sin tantas grietas.
El guardameta alemán es la principal razón por la que todo es más seguro atrás. A raíz de su regreso después de varios meses de recuperación por su cirugía en la espalda, la defensa del Barça ha conseguido que Ter Stegen vuelva a ser aquel portero que no deja opciones a los delanteros.
Cierto es que los primeros partidos sufrió cómo su zaga le fallaba en los tres goles que encajó ante el Granada en casa pero ese fue el último dónde quedó señalado. Desde que está bajo palos este año ha disputado seis partidos y ha recibido cinco goles, dejando la portería a cero en los tres últimos (Getafe, Athletic y Mallorca).
Aunque no son actuaciones en partidos que destacaron las ocasiones rivales, la seguridad que transmite el germano se hace notar en el campo, un portero con un gran juego de pies y con grandes reflejos que hacen respirar a Xavi cuando el partido se pone cuesta arriba. El muro se construye por los cimientos y Ter Stegen es el primer ladrillo para arreglar la temporada, o al menos intentarlo.
El gran experimento de Xavi que sí ha dado sus frutos ha sido el de colocar a Andreas Christensen en el pivote. Cuestionado en ocasiones por colocar a Koundé en el lateral, parece que el danés esta siendo la piedra angular que mantiene el equilibrio en la medular.
Una solución que propuso el técnico catalán desde el partido ante el Alavés a principios de febrero y, un mes más tarde, los números hablan por sí solos: seis goles en siete partidos. Acostumbrado a jugar en el eje de la zaga, la emersión de Pau Cubarsí ha hecho que Xavi tuviera que adaptar al ex del Chelsea en una posición atípica para él.
Recuperaciones de balón, duelos ganados y muchas más cosas que aportar Christensen cuando juega por detrás de Gündogan para liberarle del peso defensivo que le permite mirar hacia arriba para dar balones a los delanteros. Una reacción en cadena donde dos jugadores han sido claves para dar aire al Barça con sus críticas por lo fácil que recibía goles. Ahora, todo esta de cara en defensa para hacer un gran partido en la Copa de Europa, solo falta que la inspiración arriba haga el resto.