El FC Barcelona llegará al mercado de fichajes de este próximo verano con las mismas obligaciones que en los últimos años. Joan Laporta y Deco deben hacer caja antes de realizar nuevas incorporaciones y, para ello, buscarán un ahorro en defensa en el que están involucrados Íñigo Martínez y Mika Faye.
En los últimos días, desde el Barça se apunta a dos movimientos de centrales que tienen mucho que ver entre sí. Por un lado, el club abre la puerta a Íñigo un año después de su llegada a coste cero en caso de llegar una oferta y, por el otro, se plantean darle ficha del primer equipo a un Faye que brilla con el filial.
La irrupción de Pau Cubarsí ha relegado a un papel secundario a Íñigo Martínez, por detrás del canterano de 17 años y de Ronald Araujo en la rotación azulgrana. La presencia de estos dos futbolistas, sumada a la de Jules Koundé y Andreas Christensen, le coloca como un posible descarte de cara a la próxima campaña.
Y es que los ocho millones de euros brutos de salario que cobra el vasco provocan que el Barça abra la puerta a la salida del ex del Athletic. El club escuchará ofertas este verano por un jugador con un sueldo superior a su rol en la plantilla a pesar de haber cumplido sobre el campo.
Además, desde el filial llega pujando fuerte Mika Faye, fichado el pasado verano desde Croacia y que ha conseguido revalorizarse a las órdenes de Rafa Márquez en Primera RFEF. Al Barcelona ha llegado el interés de numerosos equipos aunque Deco y Joan Laporta habrían cambiado de idea planteándose darle un hueco en la plantilla.
Con el senegalés, el Barça tendría cubierta de sobra la zona central de la defensa y ahí es donde aparece señalado Íñigo Martínez. Un cambio de cromos que provocaría un ahorro dado que Faye contaría con uno de los sueldos más bajos de toda la plantilla blaugrana.