Xavi Hernández volvió a dejar una imagen de impotencia en el encuentro de vuelta de cuartos de final de la Champions League. A pesar de que todo se puso de cara para el FC Barcelona en el primer tramo del encuentro, la expulsión de Ronald Araujo en el minuto 29 provocó que el Paris Saint-Germain diese la vuelta a la situación. Con uno menos, y con, según Xavi, las decisiones en contra del colegiado, los azulgranas sucumbieron ante sus rivales.
No quedó contento el entrenador, ni tampoco la afición, con la actuación de Istvan Kovacs en el Estadio de Montjuic. A la tarjeta roja directa que mostró a Araujo se le sumaron después varias acciones polémicas. Sobre la falta del uruguayo, la opinión de los expertos arbitrales coincidía en que el rumano se había equivocado. Sobre el resto, cada cuál debe juzgar. Para Xavi, desde luego, no estuvo acertado.
Así lo expresó desde su área técnica. Pero también tras el pitido final acercándose hasta el centro el campo para recriminarle sus errores. Y, por si fuera poco, también lo hizo ante los medios.
Tal fue la impotencia del de Terrassa en el banquillo del conjunto catalán, que en el minuto 56 fue expulsado. El Barça seguía vivo en la eliminatoria cuando el colegiado le mostró la tarjeta roja. Y, a decir verdad, lo hizo con toda la razón, pues Xavi se excedió en sus protestas, llegando a insultar al colegiado y a pegar una patada a uno de los protectores de la cámara de video situada justo delante del cuarto árbitro.
“¡Tu p*ta madre!, ¡No me j*das, hombre!, ¡Cabr*n!”, llegó a expresar el alineador español después de una falta en el centro del campo que terminó de desquiciarle. Las cámaras de ‘Movistar +’ captaron a la perfección el momento, en el que Xavi mostró, una vez más, que no es capaz de controlar sus emociones en los momentos de tensión.
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— Vamos por Movistar Plus+ (@vamos) April 17, 2024
Precisamente de esa capacidad para mediar las reacciones habló Luis Enrique en el post partido. El asturiano no quiso mojarse acerca de las jugadas que habían provocado más controversia, principalmente porque no las había visto repetidas. “Intento ponerme en la piel del árbitro, protestar poco o nada, y transmitir a mis jugadores tranquilidad para negociar las emociones que en estos partidos están a flor de piel”, deslizaba el entrenador del conjunto francés.
Xavi, sin embargo, continuó con la senda de reivindicación en la zona de prensa, donde explicó qué le había dicho a Kovacs con el partido una vez terminado. “Le he dicho al árbitro que ha estado muy mal, que ha sido un desastre. Ha matado la eliminatoria y le he dicho también que cambia todo. No me gusta hablar de los árbitros, pero lo tenemos que decir. No nos podemos callar", desvelaba.
Y lo cierto es que no fue el único integrante del cuerpo técnico culé que no supo controlarse durante el segundo encuentro de la eliminatoria. José Ramón de la Fuente, preparador de porteros, fue expulsado tan solo ocho minutos después que el primer entrenador, después de protestar de forma airada por un penalti no señalado sobre Ilkay Gündogan.