La temporada de Xavi Hernández no ha sido nada fácil. Al equipo le ha costado mucho encontrar su juego en algunos momentos de la temporada. La presión constante que se vive en un equipo obligado a competir por todo y a ganar todos los trofeos obligó al técnico catalán a anunciar su marcha en diferido tras la derrota contra el Villarreal.
Por un momento, esta decisión vino muy bien al equipo y durante unos meses el Barça se encontró a gusto y los jugadores se sintieron más liberados. Fue una estrategia de Xavi para liberar al vestuario, para centrar la atención en la figura del entrenador y alejar las críticas de sus futbolistas.
Pero el partido contra el Real Madrid supuso un antes y un después para Xavi. Desde que anunció su decisión de salir del club, los jugadores y la directiva del FC Barcelona han tratado por todos los medios de convencerle para que siga. Después de decir adiós a LaLiga y Champions en una semana, el técnico culé volvió a meditar su decisión y, para alegría de muchos, se reunió con Joan Laporta y el resto de las componentes de la directiva azulgrana para concretar su continuidad.
Ya con la temporada casi acabada y, pese a la ausencia de títulos, parece que Xavi Hernández ha vuelto a encontrar la motivación. No sabemos si ha tomado esta decisión para agradar a los suyos o si se trata de algo personal para vengarse del Real Madrid y de su afición que le cantó “Xavi quédate” en tono jocoso en el Santiago Bernabéu. Todo vuelve y la temporada que viene puede devolver al Barça a lo más alto.
Desde que se anunció la continuidad de Xavi, parece que algo ha cambiado en el entorno del FC Barcelona. Algo que hemos podido comprobar en el último entrenamiento de los azulgranas antes de enfrentarse al Valencia CF. El primero en saltar al entrenamiento ha sido el propio Xavi que, sin dudarlo, se ha acercado hacía la bolsa de balones y se ha puesto a dar toques al más puro estilo Maradona mientras esperaba a sus futbolistas. Una imagen muy significativa porque ni la lluvia que ha comenzado a jarrear ha hecho que el entrenador dejase de hacer toques.
Ya con su cuerpo técnico junto a él, hemos podido verle disfrutar y reírse mientras llovía a mares. Algo parecido hemos apreciado en los futbolistas cuando han saltado al césped para calentar. De Lamine Yamal bromeando con Robert Lewandowski, futbolistas que tuvieron sus más y sus menos durante algunos tramos de la temporada, hasta Ferran Torres, Pau Cubarsí y Pedri vacilando al joven delantero de dieciséis años. Algo ha cambiado en el Barça y la culpa de esta felicidad que se respira se debe a la decisión de Xavi Hernández.