Joao Félix es el protagonista del último episodio del podcast de Nude Project. El delantero portugués se ha pasado por los micrófonos de la marca de ropa para mantener una conversación de lo más relajada en uno de los espacios más populares del mundo online en nuestro país. Durante la más de hora y media de charla, el todavía jugador del FC Barcelona –y veremos qué pasa de cara a la próxima temporada– ha hablado de todos los temas.
Precisamente, ha sido claro con su deseo de permanecer en el equipo blaugrana durante el primer año de Hansi Flick a los mandos, aunque como reconoce, no es algo que dependa solo de él.
Antes de su etapa deportiva en Barcelona y Madrid, Joao estuvo en el Benfica, un club al que llegó “por culpa de su hermano” y que evitó que dejase el fútbol después de dos años complicados.
La vida de los futbolistas está llena de lujos, sí. Pero para llegar a la élite, muchos son los sacrificios que tienen que hacer en sus vidas. En el caso de Joao, reconoce que lo más duro fue tener que marcharse lejos de su familia con 11 años.
Nacido en Viseo, el atacante se marchó a Oporto en 2010 para hacerse un hueco en el equipo blanquiazul. Desde pequeño, el luso ya destacaba, pero un factor tan natural como es el crecimiento humano le lastró en una etapa de su vida.
“Antes había sido siempre la referencia de los equipos en los que estaba, pero hay dos años en los que empecé a jugar menos porque la gente creció y yo me quedé”, confiesa en el programa mencionado. “Cuando tienes 13 o 14 años, hay algunos que están muy crecidos y otros que son muy bajitos. Yo tenía metro y medio y era delgadito. Si te enseño fotos, te cagas de risa”, bromea el jugador.
Durante esos dos años, Joao perdió importancia en los equipos donde estaba, pues no jugaba tanto. “Me desanimé un poco e incluso casi dejé el fútbol”, reconoce. “Le dije a mi padre: ‘No quiero jugar más, voy a jugar al balonmano, quiero salir de aquí. Voy a ir a mi ciudad, a mi casa, cerca de vosotros. Me da igual, juego en el equipo de la ciudad, balonmano o lo que sea, pero estoy harto’”.
Curiosamente, el talento futbolístico de su hermano fue lo que salvó la carrera de Joao, que se volvió a ilusionar con este deporte al vestir la camiseta de Os encarnados.
“Curiosamente, surgió lo del Benfica por mi hermano, que le querían a él y yo fui en el pack. Con 15 años yo iba a jugar en el equipo de mi ciudad, que es como la 3ª RFEF de aquí, o menos. Y en esa temporada el Benfica quería a mi hermano, que también siempre ha sido muy bueno. Mi padre dijo: ‘Mira, Joao se va de Oporto y quiere jugar en su ciudad’”, relata el atleta. “Y, bueno, me pusieron en el pack, fui al Benfica con mi hermano, casi por culpa suya, y ahí todo salió bien”, explica.
Curiosamente, ese verano Joao ‘pegó el estirón’. Creció cerca de “15 centímetros”, lo que le devolvió a la primera línea de las promesas portuguesas. “En el fútbol, cuando eres joven, los más fuertes y los más altos siempre van a tener ventaja. Ahora no, porque la mentalidad, la inteligencia y la calidad después se equiparan. Pero ahí tú te quedas para atrás y esa transición desanima mucho a mucha gente, que incluso deja el fútbol. Y no hay que desanimar, hay que seguir peleando y ya está”, pronuncia Félix en el podcast.