La Audiencia de Barcelona ha confirmado las medidas cautelares acordadas en el conflicto que mantiene el FC Barcelona con la multinacional Nike y desestima el recurso interpuesto por la entidad azulgrana, que está obligada a cumplir el contrato de patrocinio firmado hasta 2028. Tras los rumores con Puma e incluso una posible marca propia del club, las dos partes tendrán que sentarse a renegociar.
Mediante un auto, la Audiencia Provincial de Barcelona descarta que el FC Barcelona "estuviera facultado para desistir unilateralmente del contrato" y no estima el recurso interpuesto por la entidad azulgrana contra el auto del juzgado mercantil 7 de Barcelona por lo que confirma las medidas cautelares acordadas.
Las mismas se refieren a "la conservación y el cumplimiento del contrato de patrocinio publicitario que rige las relaciones entre las partes hasta el año 2028".
Además, el tribunal descarta que el FC Barcelona estuviera facultado para "desistir unilateralmente del contrato" y que estuviera justificada esta resolución unilateral.
El pasado nueve de abril, un juzgado mercantil de Barcelona, dictó una serie de medidas cautelares, que ahora quedan confirmadas por la Audiencia de Barcelona.
Así la Audiencia ha acordado prohibir al FC Barcelona que "cese en la ejecución de sus obligaciones bajo el Contrato de Patrocinio Vigente", en lo que se incluye "la obligación de colaboración para que Nike pueda cumplir sus propias obligaciones bajo el (citado) contrato".
Además también prohíbe a la entidad azulgrana a que "celebre acuerdos con terceros" que sean incompatibles con el contrato de patrocinio vigente.
Pese a este nuevo revés judicial al Barcelona, todo apunta a que la entidad azulgrana y la multinacional del bumerán se sentarán a renegociar un compromiso más allá de 2028.
El club catalán había denunciado el contrato al considerar la existencia de "incumplimientos flagrantes" en el mismo, cláusulas abusivas en los márgenes comerciales, problemas de abastecimiento, además de unas cifras alejadas de la realidad actual en este tipo de contratos.
Por todo ello, el presidente del Barcelona, Joan Laporta, anunció que el club catalán estaba dispuesto a resolver el contrato, "si no se producían compensaciones económicas" por los incumplimientos denunciados.
Ante lo cual, Nike solicitó una serie de medidas cautelares ante un juzgado barcelonés, que ahora han sido confirmadas por la Audiencia de Barcelona tras el recurso del FC Barcelona.
El trasfondo del conflicto es eminentemente económico en unos momentos financieros muy delicados para la entidad catalana, que incluso había recibido una oferta superior por parte de Puma y se había planteado también la posibilidad de crear una marca propia.
El objetivo del Barcelona, según ha repetido el presidente Laporta es firmar "el mejor contrato del mercado". La relación entre el club catalán y Nike nació en 1999.