Marc Casadó aseguró, en la previa del debut del FC Barcelona como local en la Liga de Campeones, que el equipo tiene que aprovechar la visita del Young Boys suizo al Estadio Olímpico Lluís Companys para "ilusionar a la afición" con la primera victoria en la máxima competición continental.
Tras el primer tropiezo en LaLiga con el 4-2 de El Sadar, Casadó no escondió las "ganas de darle la vuelta" y la motivación que siente el equipo por estrenarse en la Champions tras caer en la primera jornada en Mónaco (2-1).
Pero alertó de que, pese a ser un rival a priori mejor, el Young Boys no lo pondrá fácil: "Sabemos que será un equipo duro. No hay equipos fáciles en esta competición. Será un bloque compacto, sabemos que tienen jugadores potentes y rápidos arriba, y habrá que vigilar esas contras".
En cualquier caso, el canterano se mostró ambicioso sobre las posibilidades de este Barça, incluso en la máxima competición continental. "Hay una muy buena plantilla. Es verdad que es joven y que hay muchos que estamos empezando como profesionales, pero creo que es muy, muy buena, y este escudo exige que todos tengamos la ambición de ganar títulos", apuntó.
El centrocampista catalán, que ha pasado de jugar en el filial a hacerlo como titular en el primer equipo a las órdenes de Hansi Flick, dijo sentirse "cómodo" con este nuevo rol.
"El míster me ha ayudado mucho, me da mucha confianza para jugar y también me dice muy claro lo que tengo que hacer para que pueda sacar lo mejor de mí", explicó Casadó, quien añadió que, de todos modos, "es muy fácil jugar al lado de jugadores de nivel mundial como Pedri o Raphinha".
El regreso de Frenkie de Jong, en la recta final de su lesión de tobillo, podía devolverle al banquillo, pero Casadó dijo no estar preocupado por esta posibilidad, sino más bien al contrario. "La vuelta de Frenkie es beneficiosa para el equipo, cuantos más jugadores disponibles, mejor para todos. No he hablado con Flick sobre ello, pero seguro que Frenkie vuelve próximamente y nos ayuda mucho", concluyó.