En su primer año como entrenador del FC Barcelona, Hansi Flick ha dejado claro que su liderazgo se basa en la disciplina, la puntualidad y la exigencia máxima. El técnico alemán ha implementado una serie de normas que han sido clave para un inicio exitoso de temporada. En un reciente programa de Xapa La Ràdio, Pau Víctor, uno de los futbolistas azulgranas, habló sobre la estricta puntualidad que Flick exige en su vestuario.
Pau Víctor compartió una anécdota que refleja la severidad de Flick en cuanto a la puntualidad. "Si el entrenamiento es a las 11 y llegas a las 11 y 3 segundos, para él ya has llegado tarde”. Para el entrenador alemán, la puntualidad no es solo una cuestión de organización, sino de respeto hacia el equipo y el trabajo. Los jugadores del Barça son citados una hora y media antes de los entrenamientos para desayunar en la Ciutat Esportiva y realizar las últimas preparaciones físicas antes de la sesión. Este nivel de exigencia también se extiende a los días de partido, donde los jugadores deben concentrarse con antelación, incluso si el encuentro se juega en el estadio local.
🫡 Pau Victor sobre las normas de Flick:
“Si él dice a las 11:00h en el campo… si llegas a las 11 y 3 segundos… para él ya has llegado tarde.” @XapaLaRadio pic.twitter.com/iyXCkLcNdL
— SocBlaugrana (@socblaugranafc) November 7, 2024
Una de las principales novedades que ha traído Flick es la eliminación de las tradicionales multas económicas que imponían los anteriores entrenadores. En su lugar, el alemán ha optado por un sistema de consecuencias más directo y efectivo. Los jugadores que lleguen tarde a los entrenamientos o a las concentraciones simplemente no jugarán. Este cambio fue comentado por Pedri González en Martínez y Hermanos. El canario relató cómo, en la época con Xavi Hernández, las multas podían ser bastante elevadas, e incluso se doblaban si un jugador repetía la falta. "Con Flick, si llegas tarde, no juegas", explicó Pedri, asegurando que para los futbolistas esto es mucho más severo que una multa económica. Un ejemplo claro de esta política fue el caso de Jules Koundé, quien fue suplente en un partido contra el Alavés tras llegar tarde.
Más allá de la disciplina, otro aspecto clave en la filosofía de Hansi Flick es el control físico. Cada jugador es monitoreado a través de un seguimiento riguroso de su peso y parámetros físicos diarios. Las sesiones de entrenamiento se centran en la intensidad y la duración adecuada para mantener a la plantilla en óptimas condiciones durante toda la temporada. Según el Diario AS, Flick ha reducido el número de días libres, creyendo que cada día sin entrenar es un día perdido. Aunque reconoce la importancia del descanso, su enfoque es asegurarse de que los jugadores se mantengan en su mejor forma física.