Andreas Christensen está viviendo una temporada tan atípica como delicada. El central danés tan solo ha contado con 26 minutos en esta temporada, los que disputó en la primera jornada ante el Valencia. Tras ese encuentro, el club informó que el jugador sufría una tendinopatía en el tendón de Aquiles izquierdo, lo que le mantendría un tiempo apartado de los terrenos de juego.
El ex del Chelsea arrastraba esta dolencia desde el año 2022 y viendo que el tratamiento conservador por el que abogó no estaba surtiendo el efecto esperado, hace tres semanas fue intervenido quirúrgicamente.
Tal y como reveló el medio danés Viaplay, Christensen se sometió a una cirugía ambulatoria en Suecia y este mismo lunes regresó a ese país para que le retirasen los puntos.
En el FC Barcelona, como menciona Mundo Deportivo, consideran esta operación como una parte del proceso de recuperación y no le dan ningún tipo de importancia de cara a la vuelta del futbolista.
El regreso a los partidos se prevé que se dé en el mes de enero, aunque dentro de 15 o 20 días se espera que pueda comenzar a ejercitarse. Lo que es seguro es que no vestirá la elástica blaugrana antes del 1 de enero, momento en el que Dani Olmo dejará de ocupar su ficha federativa.
Lo cierto es que el danés ni ha tenido ni parece que vaya a tener esta temporada la misma importancia en el esquema culé que en otras temporadas. Hansi Flick confía plenamente en la pareja formada por Íñigo Martínez y Pau Cubarsí como dupla titular para el centro de la defensa. A la vista están los resultados.
Jules Koundé y Eric García, candidatos también a ocupar esas posiciones, y Ronald Araujo, que no tardará mucho en volver, relegan a Christensen a una posición secundaria.
Tanto es así, que incluso se le ubica en la rampa de salida de la entidad de la Ciudad Condal. Y lo cierto es que esa puede ser la mejor solución, puesto que el Barça puede tener un grave problema en caso de que no le dé salida.
El club debe buscar una solución para paliar los problemas económicos que le impiden actualmente tener inscrito a Araujo y Christensen a la par de Íñigo y Dani Olmo.
“Laporta había visto una vía de salvación en ese partido que se iba a jugar en Miami entre el Atlético de Madrid y el Barcelona de la jornada 18, pero no se va a jugar ahí. El Barça ganaba con ello de 5 a 6 millones de euros, que le venía bien para inscribir al jugador”, informaba David Ibáñez. Pero esa opción se truncó, por lo que tendrán que buscar otra vía para resolver su dilema.
A ver cómo lo resuelve Joan Laporta y qué conejo saca de la chistera”, explicaba el periodista, “el club está esperando al contrato de Nike, si se firma o no se firma, porque con eso le daría al Barça para estar tranquilo e inscribir a Dani Olmo el 1 de enero, pero de momento no llega”, decía.