La expectación era máxima en Barbastro con la llegada del FC Barcelona para disputar el partido de la Copa del Rey. Bajo el mando de Hansi Flick, el equipo azulgrana enfrentaba una cita marcada por las bajas, las restricciones de inscripción y la ilusión de la afición local, que abarrotó las calles para recibir al conjunto culé. El técnico alemán tuvo que tomar un papel inesperado al apaciguar a los aficionados en su llegada.
La llegada del equipo a Barbastro estuvo marcada por una calurosa bienvenida de cientos de aficionados locales. Sin embargo, la euforia se desbordó en algunos momentos, obligando a Hansi Flick a intervenir. Mientras el alemán atendía a los aficionados que asistieron al hotel de concentración, pidió calma y orden entre los presentes.
El FC Barcelona afronta el partido en Barbastro con una lista de jugadores condicionada por diversas ausencias. Las bajas de Dani Olmo y Pau Víctor, quienes no pudieron ser inscritos a tiempo, destacaron como un contratiempo significativo. En el caso de Pau Víctor, su ausencia supuso perder a un jugador clave que probablemente habría tenido minutos en el once titular.
A estas ausencias se sumaron las de Lamine Yamal, Ferran Torres, Héctor Fort y Andreas Christensen, todos lesionados. Según se informó, Christensen ya trabaja con vistas a estar disponible para la Supercopa de España, mientras que Raphinha fue reservado estratégicamente para futuros compromisos. Además, el Barça ya había perdido a Marc-André Ter Stegen y Marc Bernal, quienes no volverán a jugar en la presente temporada.
Con tantas ausencias, Flick optará por dar protagonismo a algunos de los menos habituales y jóvenes del equipo. Entre los convocados destacaron nombres como Cubarsí, Astralaga y Sergi Domínguez, quienes ven en este tipo de partidos la oportunidad de consolidarse en el primer equipo. La convocatoria incluyó también a pesos pesados como Lewandowski, Gavi y Pedri, quienes liderarían al equipo en un partido que, a pesar de la diferencia de categoría, no se esperaba fácil.