De la final de la Copa Algarve a la final de la Copa de Chipre
La victoria por 2-0 conseguida este lunes ante la República Checa impulsó a la selección española femenina de fútbol hasta la final de la Copa de Chipre, un torneo de carácter amistoso que sirve a La Roja de rodaje para sus venideros compromisos de la fase de clasificación para el Mundial de 2019.Esos tres puntos, sumados a los cuatro que ya acumulaba gracias a su triunfo ante Austria (2-0) y el empate ante Bélgica (0-0), ofrecen al equipo español la posibilidad de disputar ante la también invicta Italia el definitivo partido por el título.
Desde la coronación de Canadá en la edición inaugural de la Copa de Chipre, en 2008, el torneo ha encumbrado a solo cuatro países más -Inglaterra (2009, 2013 y 2015), Francia (2012 y 2014), Austria (2016) y Suiza (2017)- teniendo en cuenta que Las Canucks repitieron como campeonas en 2010 y 2011.
Italia o España se estrenarán, por tanto, en el palmarés del certamen en la final prevista para el 7 de marzo.
Con ilusión apunta a ese encuentro la selección española femenina de fútbol. Un año después de protagonizar en la amistosa Copa Algarve su primer éxito a nivel absoluto, La Roja vuelve a aspirar a un nuevo trofeo.
El triunfo en la final ante el conjunto 'azzurro', rival en el otro grupo de Suiza, Gales y Finlandia, serviría para acrecentar la autoestima de un equipo que lidera con pleno de 9 puntos el Grupo 7 de la fase de clasificación para el Mundial de Francia 2019.
A la selección española le restan cinco partidos para garantizar su presencia en la que sería su segunda cita mundialista.
Reanudará la ronda clasificatoria el 6 de abril, en Finlandia. Cuatro días después volverá a jugar a domicilio, en Austria. Quiere presentarse a esa doble cita como vigente campeona de la Copa de Chipre. El precedente de la Copa Algarve invita al optimismo.