La historia de Patri Guijarro es una de tantas que merece una digna mención y que hace más especial y único si cabe el deporte rey. Superación, un esfuerzo encomiable y una ascensión meteórica, las claves de una corta pero exitosa trayectoria.
Apenas sabía andar cuando ya le daba patadas a un balón, aunque sus primeras 'pruebas' no llegaron hasta los siete años, cuando jugaba en el patio del colegio junto a sus compañeros. Así se escribieron los primeros pasos de una futbolista especial, que brillaba entre chicos, y que fue impulsada por su propio padre para apuntarse en su primer equipo de fútbol, con los niños del FC Patronato de Mallorca.
Allí brilló hasta los 14 años y cuando no le permitían seguir, se marchó al Collerense, donde daría el salto definitivo. Las primeras llamadas de las categorías inferiores de la selección comenzaron a llegar y tal fue su proyección que con tan solo 15 primaveras lideró al Collerense en su ascenso a Primera División, maravillando a sus rivales en cada campo que visitaba.
De hecho en un partido contra el FC Barcelona llamó la atención de Xavi Llorens, que se quedó maravillado con el espectacular talento de aquella medio centro, que no tardó en recibir la llamada del conjunto culé con tan solo 17 añitos: "Era el sueño de mi vida, el Barça siempre ha estado en mi horizonte. Creo que cualquier jugadora sueña con estar aquí", relataba por aquel entonces.
Una historia que va camino de tener un final histórico, con una trayectoria que brilla cada día más. Llamada a hacer historia con la selección, acumula a sus espaldas un Campeonato de Europa con la sub-17 (Islandia 2015), y otro Campeonato de Europa con la sub-19 (Irlanda del Norte 2017), donde se erigió como la gran estrella del campeonato.
De hecho un gol suyo cuando el encuentro expiraba hizo estallar de alegría a todo el fútbol español. Un premio que llegaba 13 años después del primer cetro continental obtenido por el equipo nacional, con ese segundo tanto en la cuenta personal de Guijarro que devolvía a la gloria a la selección nacional, que suponía el 3-0 definitivo ante la selección francesa.
Poco más de 20 años en los que ya puede presumir de cargar a sus espaldas con todas las ilusiones de un país, a las puertas de una nueva final. Suyo también fue el tanto del pasado lunes en la semifinal ante Francia, que dejó a las españolas a un solo paso de hacer historia en este Mundial sub 20.
Superación, motivación, confianza, calidad o llámenlo como quieran. Patri Guijarro ha llegado para convertirse en presente y futuro de la selección española, de todo un país, del fútbol femenino. Y siempre con a ilusión por bandera.