Madrid, 4 abr (EFE).- Hay que ir cuatro años atrás para encontrar el primer partido entre las selecciones femeninas de fútbol de España y Brasil. El 13 de junio de 2015, La Roja acusó su condición de debutante ante la Canarinha en la fase de grupos del Mundial de Canadá; debió asumir la superioridad de su rival (0-1) en Montreal.,También se marchó de vacío del último partido precedente, un amistoso en Fuenlabrada que rebajó las expectativas en torno al bando español poco antes de la Eurocopa de
Madrid, 4 abr .- Hay que ir cuatro años atrás para encontrar el primer partido entre las selecciones femeninas de fútbol de España y Brasil. El 13 de junio de 2015, La Roja acusó su condición de debutante ante la Canarinha en la fase de grupos del Mundial de Canadá; debió asumir la superioridad de su rival (0-1) en Montreal.
También se marchó de vacío del último partido precedente, un amistoso en Fuenlabrada que rebajó las expectativas en torno al bando español poco antes de la Eurocopa de 2017 (1-2).
Este viernes, en la localidad extremeña de Don Benito, españolas y brasileñas vuelven a encontrarse para medir su estado actual.
Ambas selecciones tienen su foco puesto en el Campeonato del Mundo que el 7 de junio comienza en Francia, por lo que el encuentro puede ser visto como una prueba de madurez.
El conjunto que dirige Jorge Vilda, de hecho, cerrará la concentración con otro gran test, el día 9 ante Inglaterra. La Canarinha viajará a San Pedro del Pinatar (Murcia) para medirse el día 8 con la selección escocesa, asimismo mundialista.
La premisa de las internacionales brasileñas, tras su discreta actuación en la 'She Believes Cup', es clara. "Esperamos tener buenos resultados. Necesitamos hacer un gran partido y tener un resultado positivo para llegar con más confianza a nuestro objetivo final, que es la Copa del Mundo", expuso Mónica en declaraciones facilitadas por la Confederación Brasileña de Fútbol.
Del prestigioso torneo disputado hace un mes en Estados Unidos, la Canarinha se marchó con tres derrotas, ante los combinados de Inglaterra (2-1) y de Japón (3-1) y ante la anfitriona (1-0).
Con el Mundial en mente trabaja igualmente la selección española, la séptima clasificada -de doce equipos participantes- en la pasada Copa Algarve. Por su escasa tradición en el torneo, ya que solo disputó la edición de 2015, para el conjunto español hacer historia significará superar la fase de grupos.
En Brasil, en cambio, sabrá a poco todo aquello que no sea alcanzar la final, como en 2007, aunque la Canarinha ya no figura entre las principales favoritas.
Del Mundial de Canadá, de hecho, se marchó en octavos de final.
Un resultado positivo reforzará, en todo caso, a uno u otro equipo en su camino hacia Francia. El calendario ofrece tanto a Vilda como a Vadao dos meses para encontrar el equipo ideal, ajustar el tono físico y potenciar las virtudes de las 23 elegidas.
En esta concentración, el preparador español se vio obligado a realizar cuatro variaciones con respecto a la convocatoria inicial. Nahikari García, Alba Redondo, Lucía García y Lola Gallardo causaron baja; Esther González, Irene Guerrero, Bárbara Latorre y Sara Serrat entraron progresivamente en la dinámica de un grupo que ambiciona firmar un buen papel dentro de dos meses en el Mundial.