La lluvia bañó este viernes el césped del Stade Océane de Le Havre, el escenario donde este sábado (18:00 hora local) las selecciones femeninas de España y Sudáfrica se estrenarán en el Campeonato del Mundo de fútbol.
Apenas dio descanso la lluvia durante la tarde y se mantuvo chispeante pasadas las 19.00 horas, cuando las internacionales sudafricanas pisaron la hierba del estadio.
Por petición de la FIFA y para preservar el estado del césped, ninguna selección se ejercitó este viernes en ese complejo deportivo. Será mañana, sábado, cuando las pupilas de Jorge Vilda y Desiree Ellis prueben el verde, ya durante el calentamiento previo a su primer compromiso del Grupo B.
"Que llueva puede jugar a tu favor, porque el balón irá más rápido", valoró en rueda de prensa la capitana del conjunto sudafricano, Janine Van Wik, ante la previsión de lluvia "pero quizás ellas están más acostumbradas a jugar en esas condiciones".
"Nosotras tendremos que adaptarnos, pero no será excusa. Durante el partido seremos dos equipos compitiendo durante 90 minutos en las mismas condiciones", agregó Van Wik.
Según informó la FIFA a ambas delegaciones, el campo se regará cuatro veces el día del partido: 6, 3 y una hora antes del comienzo del choque y durante el descanso.