Lucía Santiago
Reims (Francia), 22 jun .- Sonia Bermúdez todavía recuerda el primer día que compartió sesión de gimnasio con Abby Wambach, leyenda del fútbol estadounidense. La vallecana desembarcó en el Western New York Flash en abril de 2014, después de haber seguido un plan específico durante sus últimas semanas en Barcelona, y se sintió minúscula al compararse con su nueva compañera.
"¡Ella levantó una cadena de no sé cuántos kilos!", rememora la jugadora del Levante en una conversación telefónica con EFE.
Muy pocas horas necesitó la internacional española para percatarse de que se adentraba en una nueva dimensión. Recién aterrizada, de hecho, no le concedieron ni un segundo de tregua por el 'jet lag'. Aguardaba un entrenamiento "suave"; se encontró con el primer machaque en suelo norteamericano.
"En la última parte del entrenamiento hicimos doce carreras. A muerte, por todo el campo. Yo me di cuenta ese día de lo que me esperaba en Estados Unidos. Iban muy por delante en lo físico y siguen todavía por delante", sostiene la atacante madrileña.
Laura Del Río coincide al relatar su experiencia en la liga más prestigiosa del mundo, algunos años antes, en 2010.
"Yo terminaba mi hora y media de entrenamiento y, después de eso, hacíamos el trabajo físico, que era brutal. Había partidos a los que llegaba muy cansada, aunque luego te acostumbras. También diría que eso cambió, porque en mi segunda etapa en los Estados Unidos (entre 2015 y 2017) ya dedicaban más tiempo a lo táctico y a lo técnico y metían físico entre medias. Ya no hacían las brutalidades que hacían antes. ¡Aquello era durísimo! Te hacían correr de línea a línea del campo unas ocho veces, a gran intensidad, para terminar el entrenamiento", apunta la ya exfutbolista.
Desde el estado de Utah, donde juega actualmente, Vero Boquete ofrece una visión similar: "En Estados Unidos primero son atletas y luego son futbolistas".
"Ten en cuenta que, mientras que en Europa estamos acostumbradas a temporadas superlargas, aquí la temporada dura siete u ocho meses. El resto del año están entrenando. Pasan mucho tiempo corriendo y en el gimnasio. Eso les hace estar más acostumbradas a esa demanda física; por eso físicamente siempre marcan diferencias", analiza Boquete en declaraciones a EFE.
Esa es la exigencia de una liga de nueve clubes, donde reina la igualdad. "La NWSL es muy competitiva. No hay mucha diferencia entre los equipos (...) y la demanda física, a nivel de intensidad, durante 90 minutos es muy alta. Están acostumbradas a jugar a esa intensidad, a tener esas demandas físicas y a entrenar tanto en el campo como en el gimnasio más tiempo que en otros sitios. Eso hace que puedan mantener ese nivel durante mucho más tiempo", sostiene la mediapunta gallega, incluida en el once ideal del mes de mayo.
Laura Del Río cree que esa diferencia de intensidad la pueden notar las internacionales españolas este lunes, cuando se topen con la escuadra estadounidense en Reims, en los octavos de final del Mundial de Francia. "O suben la intensidad y la igualan o lo van a pasar mal. Será imposible igualarla durante todos los tramos del partido, pero deben ser inteligentes. Cuando haya intensidad, que sea porque tú quieras que haya intensidad, no porque lo quiera el otro equipo", remarca.
Por esa diferencia en el apartado físico y por el bagaje competitivo -"Estados Unidos ha ganado muchas cosas, necesitamos que la selección española gane algo", apostilla-, Sonia Bermúdez da a La Roja un 30 por ciento de posibilidad de pasar. "Para mí la eliminatoria está al 70-30", manifiesta la delantera granota.
"España necesitará tener muchas ayudas defensivas para que no le generen ocasiones. Creo que salir es lo que más le va a costar a España porque recorrer casi todo el campo con jugadoras que son más veloces va a ser complicado. Yo creo que hay dos opciones: o presionar arriba o presionar atrás. A campo abierto, ellas son muy peligrosas y tienen mucha velocidad. Pueden desarmar a España. Además, aunque cometan un error con el balón en los pies o aunque hagan un mal control, con su arrancada lo corrigen. A nivel físico, están un punto por encima de España", afirma Bermúdez.
A ella, según reconoce, le "encantaría" verse sobre el césped este lunes en Reims y medirse con Carli Lloyd. "Es la jugadora más completa con la que he coincido", agrega.
Laura Del Río, en cambio, prefiere esquivar el envite. "¡Solo de pensarlo ya me cansa! ¡Empiezo a sudar!", bromea la exjugadora del Boston Breakers y del Washington Spirit.
Ve a La Roja con "opciones", aunque no muchas: "Pero esto es fútbol y puede pasar de todo. España tendrá que estar fuerte en defensa y tener ese gol que le ha faltado hasta ahora".