Lucía Santiago
Reims (Francia), 23 jun .- Si Julie Foudy pudiese rebobinar su vida 20 años, se encontraría inmersa en la Copa del Mundo que cambió para siempre la realidad de las futbolistas en los Estados Unidos. Entre el 19 de junio y el 10 de julio de 1999, las mujeres conquistaron el espacio del reconocimiento. Todavía les pertenece.
La excapitana de la selección estadounidense, dos veces campeona olímpica (1996 y 2004) y del mundo (1991 y 1999), jugó la final de aquel certamen ante 90.185 espectadores. "El impacto del fútbol femenino ocurrió más rápido y fue más fuerte de lo que nosotras mismas imaginábamos", reconoció este domingo en una entrevista concedida a EFE en el estadio Auguste Delaune de Reims.
- Pregunta (P): ¿Qué le viene a la cabeza cuando piensa en el Mundial de 1999?
- Respuesta (R): Recuerdo que era la primera vez que jugábamos en estadios tan grandes y no sabíamos realmente cuál iba a ser la respuesta de la gente, si habría o no aficionados en las gradas. Eso nos daba un poco de miedo, honestamente. Las jugadoras pusimos también mucho nuestra parte en la preparación y en la promoción.
Todo era nuevo para nosotras en ese torneo y hasta el inicio no sabíamos realmente cuál iba a ser la respuesta de los aficionados. Lo que nos encontramos fue muy grande: estadios llenos, con miles de seguidores que estaban entusiasmados.
El impacto del fútbol femenino ocurrió más rápido y fue más fuerte de lo que nosotras mismas imaginábamos.
- P: Lo que ocurrió durante esas tres semanas de competición, ¿cambió para siempre el juego?
- R: Yo diría que el Mundial de 1999 no solo cambió el juego en los Estados Unidos. Creo que a nivel global también se produjo un vuelco hacia la mujer futbolista y culturalmente la gente empezó a entender que la mujer jugaba al fútbol. Fue como si muchos países se pusieran de acuerdo y dijeran: 'vale, demos una oportunidad a las mujeres de jugar al fútbol'. Muchas personas se dieron cuenta de que podían invertir, contribuir a su desarrollo y generar un mercado.
- P: Jugaron ante 90.185 espectadores la final ante China, en el Rose Bowl de Los Ángeles. ¿La cifra lo dice todo?
- R: ¡Fue increíble! La gente pensaba que estábamos locas por querer jugar en un estadio tan grande, pero vinieron más de 90.000 personas. Eso no lo habíamos experimentado nunca con la selección de fútbol. Salimos en las portadas de los periódicos, en los programas de noche en la televisión... Todo el país nos estaba siguiendo cuando Brandi Chastain anotó el penalti definitivo. Fue una locura.
- P: ¿Cómo era su realidad antes del torneo?
- R: Veníamos de ganar el primer torneo olímpico de fútbol, en los Juegos de Atlanta'96. Ahí la gente empezó a darse cuenta de que el equipo era muy bueno colectivamente. Conocían ya a Mia Hamm, había interés, se vendieron muchas entradas. Quizás ahí se dieron los primeros pasos hacia lo que vivimos después.
- P: ¿Su historia de éxito inspiró a las siguientes generaciones?
- R: Yo sigo siendo joven, que quede claro ¿eh? Pero reconozco que sí, que nosotras inspiramos a muchas niñas de entonces. A mí a veces se me acercan mujeres que ya son madres, que están trabajando, y me cuentan que nos vieron por la televisión y que aquel momento les inspiró. La mayor recompensa es haber inspirado a otras mujeres. Poder sentir eso es lo más especial.
- P: ¿Qué le diría ahora, con su bagaje, a una niña?
- R: Que vaya a por sus sueños y que cuando la gente le diga que está loca, que sepa que se equivocan. No es que esté loca, es simplemente que está siendo valiente.
- P: ¿Con qué sueña Estados Unidos en este Mundial?
- R: Con ganar otra vez. Todo lo que no sea eso será una decepción. Así son las cosas en nuestro país. Sabemos que no será fácil, porque los equipos son cada vez mejores. Sabemos que España, Países Bajos, Inglaterra o Francia han mejorado muchísimo. En los últimos 5 o 10 años todos los equipos han crecido muchísimo.
En Francia será duro. Empezando por el partido de este lunes ante la selección española. Juegan muy bien al fútbol, yo disfruto viéndolas jugar. Quizás necesitan acabar de consolidar un nuevo grupo alrededor de Jenni Hermoso, con todas esas jugadoras que vienen de hacerlo tan bien en categorías inferiores.
Quizás necesitan también mejorar la finalización en la zona de tres cuartos. Ha sido un punto débil. Creo que tal vez el éxito les llegará en los próximos años, de la mano de Patri Guijarro.
- P: ¿Qué debería hacer España para equipararse con Estados Unidos?
- R: Allí ganar es siempre la expectativa, aunque se te presente un camino tan duro como en este Mundial donde probablemente tendrían que medirse, si ganan a España, con Francia; y después tal vez con Inglaterra. Lo positivo de este Mundial es que habrá millones de niñas viéndolas por la tele y empezarán a jugar al fútbol con el deseo de llegar a un Mundial y ganar. Eso fue lo que pasó en 1999 en Estados Unidos.