Juan José LahuertaGetafe (Madrid), 7 may .- El técnico José Bordalás tuvo que llamar a siete canteranos para viajar a Las Palmas y enfrentarse a un partido clave en la lucha europea del Getafe, que salió victorioso del Estadio de Gran Canaria con la grata colaboración de unos chavales que cumplieron con creces.
Las bajas obligadas por sanción de Bruno González, Francisco José Molinero, Sergio Mora, Fayçal Fajr y Damián Suárez, unidas a las ausencias de los lesionados Mathieu Flamini, Mathías Olivera, Mauro Arambarri, Markel Bergara y Leandro Cabrera, pintaban un panorama desolador para el conjunto azulón, que tuvo que mirar hacia su filial para completar la convocatoria.
Pero Bordalás no sólo hizo eso. También echó mano de sus chavales para jugar, no sólo para sentarlos en el banquillo. Confió en ellos y éstos devolvieron a su entrenador el favor completando un partido de mérito que resolvió el delantero Ángel Rodríguez, con un tanto que vale su peso en oro, en los minutos finales.
En la lista del entrenador alicantino aparecieron un total de seis jugadores del filial y a uno del juvenil A. Surgieron siete nombres casi siempre inéditos y poco sonoros, que, sin embargo, fueron imprescindibles en la victoria del Getafe.
Entre los titulares aparecieron Diego Hernandez "Barri", Alberto Redondo y David Alba, el chaval del juvenil, que ocupó un hueco en el centro de la defensa junto al togolés Djené Dakonam, sin duda una de las revelaciones defensivas de la temporada en toda la Primera División.
En el banquillo, esperaron su turno Carlos Calderón, el congoleño Merveille Ndockyt, Miguel Ángel Rubio y el senegalés Pape Mbodji. El Getafe irradiaba inexperiencia por todos sus poros, pero dio igual. Los canteranos del club azulón se arremangaron y bregaron con brillantez en un partido de la máxima categoría del fútbol español.
Alguno ya había debutado con Bordalás. Es el caso de Barri, que jugó frente al Eibar hace dos jornadas; de Calderón, que disfrutó de cuatro minutos simbólicos en el mes de octubre contra el Levante; y de Merveil, el más asiduo en las convocatorias de su entrenador con nueve citaciones y cinco participaciones en los choques ante el Celta, el Villarreal, el Levante, el Deportivo y el Girona.
Con ese guión, probablemente de miedo para muchos técnicos, saltó el Getafe al terreno de juego del Estadio de Gran Canaria. Redondo se colocó en el lateral derecho, Alba en el centro de la defensa y Barri a organizar el juego junto al japonés Gaku Shibasaki.
Y, aunque el conjunto azulón se vio superado por un equipo descendido en algunas fases del partido, aguantó el tirón y en la última media hora del choque cogió las riendas del choque para apuntillar al cuadro de Paco Jémez.
Hasta que llegó el tanto de Ángel, los tres canteranos titulares no desentonaron en ningún momento. Y, los que salieron después, Rubio por la lesión de Alba en el minuto 62 y Merveil por Amath Ndiaye en el 78, se acoplaron perfectamente a las exigencias del partido.
Ese buen tono de los chavales del Getafe es una prolongación de lo que hacen cada fin de semana en el filial, ubicado en el grupo 7 de Tercera División, donde ocupan la segunda posición un punto por debajo del líder, el Internacional. Está en puestos para jugar las eliminatorias por el ascenso a Segunda B.
En esa categoría brillan nombres como Calderón, que suma doce tantos en el campeonato, o David del Pozo, Josete y Hugo Duro, que han alcanzado la cifra de siete. Todos están dirigidos por David Cubillo, verdadero culpable del bien momento del filial que es capaz de nutrir de jugadores al primer equipo cuando este lo necesita.
Además, pese a las ausencias con las que tuvo que lidiar Cubillo este fin de semana, se permitió el lujo de ganar a domicilio al Villaverde Boetticher y se llevó tres puntos después de conseguir un 0-2 con varios de sus hombres importantes fuera del partido.
El técnico del Getafe B lucha por devolver al filial a Segunda División B, una categoría en la que ha estado en seis ocasiones a lo largo de su historia, la última en el curso 2015/16. Este año, parece que luchará por subir un peldaño en su historia para ingresar en la categoría de bronce del fútbol español.
Mientras tanto, los chicos de Cubillo ayudan a los de Bordalás, que después de ganar a Las Palmas se mostró satisfecho con el trabajo de sus hombres:
"Ganar un partido en la situación que estábamos, con las numerosas bajas y con futbolistas que llevaban tiempo sin jugar, además de jugadores del filial que juega en Tercera División... Esta victoria tiene mucho valor. Estamos llenos de orgullo. No tengo palabras", declaró en rueda de prensa.
Gracias a la ayuda de los jugadores del filial, el cuadro azulón volvió a adelantar al Sevilla en la clasificación y es séptimo a falta de dos jornadas.
Ocupa la última plaza europea y, en parte, lo consiguió gracias a la compañía de siete jugadores que habitualmente luchan en las catacumbas de Tercera División. En otra categoría de mayor renombre, el Getafe, ante Las Palmas, demostró que tiene cantera. Y buena.