Abierta la posibilidad de una posible llegada de Gareth Bale al Getafe CF, la entidad que preside Ángel Torres tendrá que analizar las ventajas y desventajas de contratar a un jugador que en las últimas temporadas ha demostrado tener poco interés en el fútbol más allá de sus partidos con Gales.
Ahora, se abre un periodo de reflexión en el que el presidente del Getafe deberá tomar una decisión que puede marcar el futuro del conjunto azulón el próximo curso. Contar con un jugador como Bale en la plantilla, por su coste salarial, puede evitar que lleguen otros jugadores de menor nombre y que, a la larga, pueden ser más útiles que Bale.
Y es que, los datos no ayudan nada al galés, que si su selección no se hubiese clasificado para el Mundial, probablemente se habría retirado. Sus últimas tres temporadas, dos en el Real Madrid y una en el Tottenham cedido, han sido un fiasco. En el cuadro inglés salvó los muebles con 16 tantos en 34 partidos, pero en el Real Madrid, en dos cursos, acumuló 1.552 minutos repartidos en siete encuentros en los que marcó cuatro goles.
Ahora, Bale, muy apegado a Madrid, donde disfruta de su afición favorita -el golf- tiene la intención de mantenerse en forma para disfrutar del Mundial de Qatar que se disputará entre noviembre y diciembre de 2022. Durante algo más de tres meses, necesita un equipo cumpla sus ambiciones: mantener su residencia en Madrid, seguir cerca de los campos de golf y jugar en un equipo de elite sin la misma presión que la que ha tenido en el Real Madrid.
Para eso, el Getafe es perfecto. Tiene todo lo que desea Bale. Pero en el club azulón se hacen muchas preguntas. ¿Qué pasará con Bale cuando acabe el Mundial y cuál será su compromiso con el club? ¿Hasta dónde es capaz de rebajarse su último salario de 12 millones de euros anuales netos que el Getafe jamás llegará a pagar? ¿Será capaz de aguantar una temporada sin lesionarse?
A todas esa preguntas tiene que responder Ángel Torres. Y, para cada una de ellas, en los datos y en los hechos, podría tener sus respuestas. Además, también tiene algún ejemplo que él mismo ha vivido que podría servirle para tomar una decisión.
A la pregunta de las lesiones, la respuesta es que tiene un alto porcentaje de pasar un tiempo en la enfermería. Las estadísticas son demoledoras. Desde que Bale fichó por el Real Madrid en 2013, ha estado hasta en 32 ocasiones en la enfermería con problemas en diversas partes de su cuerpo: tobillos, rodillas, tendón de la corva, espalda, cadera, pantorrilla y muslos son algunos de los sitios afectados que le obligaron a parar.
En algunas ocasiones, por golpes, pero en otras por roturas musculares. Ese historial, para un jugador que estará tres meses en el Getafe pensando en el Mundial y después otros seis sin aún saber qué tipo de compromiso tendrá con el club azulón, invita a la duda.
Y más cuando el Getafe ha vivido un caso parecido esta temporada con Vitolo, cedido por el Atlético de Madrid y con uno de los sueldos más altos de la plantilla rojiblanca (5 millones de euros) que, en parte, ha tenido que pagar el club azulón. La jugada, le salió muy mal. Vitolo estuvo una parte del curso lesionado y apenas jugó 216 minutos repartidos en siete encuentros.
Vitolo, de 32 años, tiene los mismos que Bale; Vitolo, como Bale, se ha pasado una buena parte del curso lesionado; Vitolo, como Bale, ha jugado los mismos partidos con el Getafe que el galés con el Real Madrid: exactamente siete; y Vitolo, casi como Bale, ha disputado un número similar de minutos: 216 por los 291 del galés.
El Getafe, con la venta de Mathías Olivera al Nápoles tiene en caja cerca de 12 millones de euros. Tiene dinero para afrontar el posible fichaje de Bale si hay una importante rebaja salarial. Pero no quiere hacer locuras. Como avisó este viernes Ángel Torres, necesita entre ocho y diez caras nuevas para no sufrir el próximo curso.
Por eso, la llegada de Bale, aunque consiga foco mediático, capte abonados, atraiga aficionados al Coliseum Alfonso Pérez, deportivamente es una incógnita. Su contratación, es un riesgo para cualquier equipo, que deberá fiarse del compromiso de un hombre que un día lució una pancarta hiriente para el Real Madrid después de un partido con Gales.
En un partido frente a Hungría con su selección, al que Bale acudía después de seis partidos ausente por lesión en el Real Madrid, posó con una bandera de su país tras clasificarse para la Eurocopa: "Gales. Golf. Madrid. In That Order". Ese era el mensaje que lanzó Bale al mundo. Ahora, el Getafe deberá hacerse una pregunta antes de decidir si se lanza a por el ex jugador del Real Madrid: Gales, golf y... Getafe... ¿En qué orden?