El éxito del Athletic en los últimos años no pasa desapercibido en el mundo del fútbol. De la mano de Ernesto Valverde y con un equipo en plena ebullición, los elogios se acumulan. No solo por sus logros, también por el fútbol que practica. Atractivo, vertiginoso, vertical y ordenado a la par que ofensivo. Basta con ver el partido de la pasada jornada ante el Betis. Hasta en Champions lo valoran de manera excelente. Así lo hizo Míchel, técnico del Girona, en la previa de su partido frente al PSV.
El Girona regresó de vacío de su visita a Eindhoven. Se trataba de una plaza complicada y así fue. No pudo sumar y su continuidad en la Champions se tuerce un poco más. El conjunto catalán no pudo hacer frente al poderío ofensivo y al ritmo que le dio al partido el cuadro holandés y terminó cayendo por 4-0.
En la previa del encuentro, Míchel analizó lo que su equipo se iba a encontrar a lo largo del encuentro y no se equivoco. Fue ahí donde puso como ejemplo al Athletic. El míster comparó el juego de los athleticzales con el del PSV, situando así a los rojiblancos a la altura de un equipo de Champions.
"Es un partido dificilísimo. Es un equipo con una intensidad muy grande. En LALIGA solo el Rayo y el Athletic diría que les pueden igualar", dijo Míchel. "En cuanto al rítmo de juego, la verticalidad, será el mismo. Lo hacen en Liga y en Champions. El día del Sporting hicieron un gran partido, acabó empate pero merecieron más. Es un equipo con mucha intensidad con balón y sin balón. Es un partido de mucha exigencia. Tener el balón y hacerles correr para atrás es el objetivo, si conseguimos eso tendremos mucho ganado", agregó.
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— Fútbol en Movistar Plus+ (@MovistarFutbol) November 5, 2024
Por desgracia, su plan no tuvo efecto y el Girona regresó de vació de tierras holandesas. Aún quedan cuatro jornadas de Champions por delante para seguir peleando la clasificación.
El partido de hace unos días ante el Betis en San Mamés es el vivo ejemplo del fútbol que practica el Athletic. No fue su día de cara a portería, pero demostró el poderío ofensivo que maneja. Tuvo ocasiones de todo tipo y llegó al área rival de todas las formas posibles. Por el centro, a través de internadas por bandas, mediante el balón parado. Una verticalidad que no se tradujo en seis o siete goles porque el equipo no estuvo acertado en ataque.
Todas estas virtudes son las que han llevado a Míchel a situar al Athletic como un equipo de Champions.