Las selecciones de Puerto Rico y Estados Unidos lograron el ansiado pase a las semifinales de la cuarta edición del Clásico Mundial del Béisbol al quedar primero y segundo, respectivamente, en el Grupo F, donde las grandes derrotadas fueron las de República Dominicana y Venezuela, que quedaron eliminadas.Puerto Rico fue el gran triunfador al seguir invicto en el torneo con marca perfecta de 6-0 y por segunda vez consecutiva alcanza las semifinales, que van a disputar mañana, lunes, en el Dodger Stadium de Los Angeles, ante Holanda, segunda del Grupo E.
El veterano piloto Edwin Rodríguez, que dirige a Puerto Rico, admitió que esperaba un buen rendimiento del equipo, pero el llegar a las semifinales con marca de 6-0 era algo que le sorprendía de forma positiva.
"Esperaba tener un buen balance ofensivo y defensivo, ¿pero que el equipo dominara como lo ha hecho? No, porque la competencia es muy buena y sigue siendo muy buena", declaró Rodríguez, que dirige su segundo Clásico consecutivo y busca acabar el trabajo que quedó incompleto en la edición del 2013 al perder la final con Dominicana.
"Sí, esperábamos una buena actuación del equipo, pero esta actuación dominante ofensiva y defensiva, no la esperaba", valoró Rodríguez. "Inclusive, los jugadores que no han sido regulares en la novena titular cuando han salido lo han hecho brillante y demostramos profundidad".
De alguna manera sucedió lo mismo con Estados Unidos, que aunque perdió dos partidos, en la primera ronda del Grupo C ante dominicana, y luego en la segunda en el F contra Puerto Rico, la novena de las Barras y las Estrellas, que dirige otro veterano manejador, Jim Leyland, respondió en los momentos decisivos.
"Los jugadores que están con el equipo han mostrado carácter y lo importante que es defender la franela de Estados Unidos", destacó Leyland. "Son los que han querido estar aquí y son a los únicos que defiendo, del resto que no han venido no me preocupa, ellos sabrán por que lo han hecho, no entraré a valorar ese asunto".
Leyland dijo que no era el momento de entrar en polémicas sino de seguir haciendo un gran juego y de reforzarse de cara la semifinal que van a disputar el martes frente a Japón en la repetición de la que se dio en el 2009 cuando Estados Unidos llegó por primera vez a las semifinales, pero quedó eliminado.
En este sentido, Leyland confirmó que el relevista derecho Mark Melancon, de los Gigantes de San Francisco, fue llamado de la lista de disponibles para reforzar el bullpen.
Melancon, quien rescató 47 juegos en 51 oportunidades por los Piratas y Nacionales en el 2016, fue la alternativa obvia.
"Sabía que estaría ahí si Estados Unidos avanzaba", declaró hoy Melancon, tras conocer la clasificación de Estados Unidos, que la pasada noche venció 6-3 a República Dominicana, actuales campeones del torneo, y la eliminó del torneo.
Precisamente, Dominicana, que llegó al Clásico como la gran favorita, y lo demostró hasta los duelos que mantuvo con Puerto Rico y el segundo con Estados Unidos, dentro del Grupo F, quedó eliminada porque al final el poder de su bate no se hizo presente en los momentos decisivos.
Frente a Estados Unidos, en el partido decisivo, los dominicanos se fueron de 11-1 con hombres en posición de anotar. También dejaron a ocho corredores esperando remolque en los senderos del Petco Park de San Diego.
"Es muy difícil ganar un partido de pelota cuando tienes a 11 jugadores en base y no pudimos dar el batazo que nosotros necesitábamos", admitió Tony Peña, el piloto de la selección de Dominicana, que repitió en el cargo por segunda vez consecutiva. "Pero estoy orgulloso de lo que hicieron todos los muchachos".
Ninguna de las amenazas fructificó y el segunda base Robinson Canó, el Jugador Más Valioso (MVP), en el Clásico que conquistaron de manera invicta en 2013, falló en las dos entradas decisivas, aunque luego pegó jonrón con dos carreras anotadas y dos impulsas.
"No tengo que apuntar a ninguno", destacó Peña. "No había ninguna clase de presión, pero tal vez quisieron hacer demasiado... tal vez estaban un poquito ansiosos".
Algo que no le sucedió al bateador designado Giancarlo Stanton que si pegó el batazo decisivo para Estados Unidos con el jonrón de dos carreras que se fue al tercer piso del edificio Western Metal Supply Co., en la esquina del jardín izquierdo de Petco Park, y puso en la pizarra un parcial ganador de 4-2 ante el delirio de los 43.002 espectadores que abarrotaron las gradas de estadio.
Mientras que Venezuela fue la novena que vivió la mayor frustración del torneo al irse con sólo dos triunfos, los conseguidos ante Italia en la primera ronda, disputada en Guadalajara (México).
El piloto de Venezuela, Omar Vizquel, reconoció que el equipo siempre estuvo por debajo de las expectativas y que nunca pudieron hacer el juego que esperaban, a pesar que dentro del equipo había calidad y talento.
"Creo que no jugamos el béisbol que la gente se esperaba, e inclusive que yo esperaba", declaró Vizquel, después que Venezuela acabó el torneo con marca perdedora de 2-5, incluido el 0-3 de la segunda ronda. "Las expectativas se quedaron cortas. Sinceramente, creíamos que íbamos a jugar un mejor béisbol".