Marcos Acuña se reencuentra con sus habituales problemas físicos

La inagotable historia de Marcos Acuña y sus problemas físicos. El lateral zurdo del Sevilla, que abandonó el Sánchez-Pizjuán el pasado verano, arrancó su nueva etapa en River Plate de manera excepcional, pero la alegría -o al menos la tranquilidad- le ha durado poco: el lateral zurdo acumula casi todo el mes de octubre entre algodones y dudas.

Fue el pasado 7 de octubre, en una cita ante Platense, cuando Marcos Acuña pidió el cambio. El lateral zurdo se conoce a la perfección y notó rápidamente que tenía ciertas molestias que le evitarían jugar con normalidad. El jugador padecía una distensión de grado uno en el isquiotibial izquierdo, se quedó sin ir con Argentina y según cuenta Marcelo Gallardo "hizo lo imposible" para volver apto tras el parón de selecciones.

"Entrenaron triple turno, reacondicionamiento físico, trabajo con los fisios, con los kinesiólogos, trabajo también en el gimnasio y cuando tuvieron la posibilidad saltaron al campo de juego para empezar a tener contacto con la pelota", decía el técnico recientemente sobre Acuña y su compañero Fabricio Bustos.

Ese trabajo tuvo recompensa y ante Vélez, hace apenas unos días, Marcos Acuña pudo jugar poco más de media hora. Todo estaba listo para la importante cita en la Libertadores.

El último infortunio de Marcos Acuña

Marcelo Gallardo habló con Marcos Acuña, le señaló en el once titular, pero fue en el calentamiento previo a la cita cuando el lateral zurdo se dio cuenta que no podría jugar.

"Lo de Marcos Acuña no es ninguna lesión importante. Sufrió una inflamación sobre el tendón que le impedía desenvolverse con naturalidad. Vimos en la entrada en calor si le podía mejorar y no. No tenía sentido arriesgar", dijo tras el encuentro su entrenador.

Ahora todos le observan, le esperan y le siguen de cara a la próxima cita en la Libertadores ante Atlético Mineiro (en la ida perdieron 3-0), y Marcos Acuña, que se conoce bien, sabe que sus habituales problemas físicos están de vuelta.