Con una sonrisa imborrable, con llamadas telefónicas, con multitud de felicitaciones y con la mirada, casi, emocionada. Así recibía Fabio Futre, entrenador del Atlético de Madrid, a la prensa justo tras ganar al Real Madrid en LALIGA FC Futures. El hombre que advertía que el "mayor premio" era ganar, ahora tiene una doble razón: la felicidad de su padre.
"Viendo el partido, no parecían niños pequeños, no parecían niños de 12 años, no parecían infantiles, sino niños un poco más mayores, que entendían el mensaje, el tipo de partido, el plan de partido. Sabíamos que había que pararlos y que las que íbamos a tener, teníamos que meterla. Así ha sido", comenzaba contando como puedes ver en el vídeo superior de la noticia.
Destacando el valor del encuentro que firmó Camarero, autor del gol de la victoria y encargado de secar a Alberto, Futre recordó que "este partido es de todos, de él, de los 12 que estaban aquí y de los que quedaron en Madrid. Son 25 hermanos". "Nosotros como entrenadores, imagino que el resto de compañeros igual, solo puedes venir con 12 chicos. Es muy duro, pero tenemos que elegir. Somos 25 y esto es de los 25. No hay otra palabra para describirlo".
Orgulloso de la imagen mostrada, de ese ADN Atleti del que habló tras el encuentro, Futre reconoció el mérito de Joan, elegido mejor portero del torneo, y reconoció que Miguel Ángel Gil "está muy atento al equipo".
Fabio Futre es hijo del mítio Paulo Futre, una de las leyendas colchoneras, pero su apellido no es ninguna ayuda ni ningún impedimento. Vive "enamorado" de entrenar a los chicos y sueña con llegar a ser técnico de profesionales algún día.
Posiblemente, esa será una de las charlas que tenga con su padre, un hombre que este viernes es un poco más feliz. "Mi padre es de los que más disfruta cuando le ganamos al Real Madrid", dice sonriente.
"Este torneo lo recordarán los chicos siempre, se lo contarán a sus hijos y a sus nietos", decía antes de cerrar sin olvidar el "premio" con el que se bromeaba a principios del torneo. "No hemos hablado nada, pero cuando lleguemos a Madrid le preguntaremos a los jefes. Habrá que cambiar de móvil", bromeaba.