Es Noticia
Celta
4-3
Levante

El orgullo sin calidad conduce al Levante al desastre

Javier Mínguez

Nueva derrota del Levante UD. Tras la victoria frente al Rayo, el conjunto de Rubi llegaba a Vigo teóricamente con una inyección de moral para volver a construir el edificio desde la confianza pero el mismo se vino abajo enseguida con una fragilidad defensiva impropia de un equipo de la Liga BBVA. El Celta se puso con un 3-0 en el marcador y, aunque los granotas protagonizaron un meritorio intento de remontada, no fue suficiente frente a un rival que aprovechó a la perfección las debilidades y los regalos del conjunto visitante. Jornada 20. Un partido menos. Puntos, los mismos, 14. El drama azulgrana continúa.

La primera parte siguió una línea muy parecida a la de otros encuentros en campos complicados como San Mamés o Mestalla. El Levante realizando una buena presión en despliegue, impidiendo al Celta realizar con soltura el fútbol al que habitúa y poniéndole en algunos aprietos en defensa. El primer jugador granota que intentó sorprender al meta Sergio fue Deyverson, que recogió una pelota en la frontal del área y no se lo pensó para girarse y soltar un zurdazo que detuvo en dos tiempos el arquero. Al poco tiempo, en el 25', Morales recibió el balón de un saque de banda, rodeó al lateral Johny (cambiado de banda en este encuentro) y se adentró en el área para cederla atrás a Deyverson, que con la oposición de un defensa chutó rozando el palo izquierdo del arco vigués.
Fue lo más destacado en el primer tiempo de los de Rubi, en lo positivo, ya que en lo negativo la balanza se les desequilibró totalmente en contra y, por tanto, a favor de los celestes. El Levante, cuando el Celta logró superar su línea de presión, empezó a hacer aguas en la retaguardia. En el 35', el conjunto gallego hizo el 1-0 en una acción que se inició con Orellana caído en banda derecha, el chileno vio la entrada por dentro de Iago Aspas para cederle el esférico y, por último, el gallego cedió para la incorporación de Guidetti, que fue quien definitivamente batió a Mariño. Dos futbolistas entrando por dentro y un Levante con un trivote incapaz de detener estas incursiones.
El Levante se acogió a la épica frente a un Celta creado para atacar y no para defender una renta pero el tanto de Orellana devolvió a la realidad a los granotas
Pero, si el primer tanto local evidenció la debilidad de la zaga granota, el segundo fue un clamor. Wass envió un balón largo hacia Guidetti, que aguantó su momento y salió triunfador. Feddal saltó pero no lo suficiente y, para cuando volvía a posar los pies en el suelo, el sueco ya se había inventado una vaselina para superar a Mariño, sorprendido a media salida. Con el 2-0, lo mejor que le podía pasar al Levante es que el partido se marchase al descanso aunque el paso por el vestuario sólo fue un 'kit-kat' para continuar con el despropósito defensivo azulgrana. No en vano, en el 48' Orellana le perdonó la vida a los de Rubi tras recibir un pase de Guidetti que no supo aprovechar. No fue tan benevolente Iago Aspas, que no perdonó en el 56'. El potente atacante celeste recibió un envío de Pablo Hernández y en una diagona de gran potencia, incluso con Pedro López intentando derribarle, chutó para poner lo que parecía la sentencia clara al encuentro.
A partir de ahí, y con un 3-0 parcial pero que parecía definitivo, se produjo lo que nadie esperaba: el amago de remontada del Levante. Quizá no tanto por una relajación del Celta sino porque para los gallegos aguantar un resultado es casi anti-natura, es un conjunto fabricado para matar arriba. En el 63', la escuadra valenciana, viendo el esperpento protagonizado hasta el momento, tiró de la desesperada y una incorporación de Camarasa por la derecha desembocó en un buen centro al corazón del área y ahí se elevó la figura del de siempre: Deyverson, con un imponente salto y un mejor cabezazo, hizo el 1-3. Y, en una acción parecida pero desde el otro costado, Morales puso un gran centro pasado al segundo palo que rebañó sin dejarla caer al césped Pedro López.

Sergio evitó el 3-3 y Aspas le regaló el cuarto a Orellana

Así, uno de los peores partidos que se le recordaban al Levante estaba a punto de convertirse en una remontada de las que hacía tiempo no se recordaban. Y a punto estuvo de llegar el 3-3 en otro buen testarazo de Deyverson a centro de Pedro López que, esta vez, se encontró con una felina intervención de Sergio. Sin embargo, otro jarro de agua fría le cayó a los visitantes, que ya estaban jugando con tres defensas al entrar Ghilas al campo por David Navarro. El Celta aprovechó este desequilibrio defensivo. Iago Aspas aguantó la posesión y, cuando vio a Orellana entrando solo por la derecha, le regaló la pelota para que batiese con un tiro colocado a Mariño. Era el 4-2 y el partido parecía ya sentenciado pero no estaba todo dicho, aún faltaban líneas por escribir: concretamente, la del tercer tanto levantinista marcado por Morales. Roger chutó, Sergio desvió hacia los pies del madrileño, que coló el esférico por la escuadra celtarra. Pero ya no daba tiempo para más. Mucho orgullo pero eso no es suficiente si no se combina con calidad.

Escribir comentario 0 comentarios
Deja una respuesta
Su comentario se ha enviado correctamente.
Su comentario no se ha podido enviar. Por favor, revise los campos.

Cancelar