El día que se estremecieron el Levante y el fútbol español
El fútbol ofrece contrastes difíciles de digerir y uno de los más claros es el que le toca vivir al Levante UD y al levantinista cada año y con tan sólo 24 horas de diferencia. Si cada 5 de junio los granotas celebran el aniversario del ascenso a Primera División más recordado por todos (aparte del de 1963), un día después toca lamentarse profundamente por la pérdida de una de las personas más carismáticas que ha pasado por el conjunto azulgrana y que perdió la vida un 6 de junio de 2012, hace ahora justo cinco años. Se trata de Manolo Preciado, de cuyo triste fallecimiento se cumple su quinto aniversario.
El 6 de junio de 2012 se producía la triste noticia del fallecimiento del técnico cántabro en su apartamento de Mareny de Barraquetes por culpa de un infarto. Otro duro golpe, en este caso que ya no pudo superar, para una persona muy castigada por la vida pero optimista patológico al que su carrera, y bien que se lo había trabajado, volvía a premiar con el ambicioso proyecto de coger las riendas del Villarreal con el reto de retornar a la máxima categoría. Sin embargo, el mismo día que iba a firmar su contrato con el Submarino la muerte le sobrevino.
Preciado estuvo tan solo un año en el Levante, en la temporada 2003-04, pero fue suficiente para escribir su nombre con letras de oro en la historia granota y, tras su triste fallecimiento, convertirse en leyenda. No en vano, logró devolver al conjunto de Orriols a la élite del fútbol español, tras innumerables intentos, casi cuatro décadas después del anterior ascenso pero, además, dejó huella como persona pues hay unanimidad en la calidad humana que el de El Astillero derrochaba allá por donde pasaba.
El cántabro se hizo querer allá por donde pisó y sobre todo en el Sporting de Gijón, al que logró ascender en 2007-08 tras un largo periplo en la categoría de Plata y al que logró salvar en Primera hasta en tres temporadas consecutivas, si bien a la cuarta (sexta en total en El Molinón) fue destituido. Sonado fue también su enfrentamiento con José Mourinho cuando 'The Special One' le acusó en 2010 de regalar el partido del Sporting frente al Barcelona por su alineación, a lo que el de El Astillero le respondió llamándole "canalla". Luego, como todos los que compartieron con él aunque fuese un segundo de su vida, el portugués acabó rindiéndose a su personalidad y haciendo amistad.