El Levante UD trabaja en la confección de la plantilla y una de las prioridades, dentro de la premisa de respetar la base de futbolistas que más aportaron para el ascenso a Primera División de la temporada 2016-17, es atar la segunda participación en el equipo de Róber Pier, en este caso como cedido por parte del Deportivo de La Coruña. Una operación con el conjunto gallego de la que esperan tener novedades en el club de Orriols en breve o en las próximas fechas para cerrar un asunto que ha alargado más de lo que esperaban en el Levante UD.
En el Ciutat de València no es que les haya cogido con el pie cambiado la actitud del Deportivo aunque sí que ha causado cierta extrañeza que los blanquiazules se hayan puesto tan firmes en sus condiciones cuando no consta que a lo largo de la pasada campaña le hayan hecho demasiado seguimiento a Róber Pier. Con las prestaciones que ha dado el coruñés, bien podría tener un hueco en la plantilla herculina o al menos hacer la pretemporada a las órdenes de Pepe Mel pero en Riazor ya han decidido que el joven zaguero tiene que salir por la presencia de Sidney, Albentosa, Alejandro Arribas y el retorno de Pablo Insúa, tras dos años a préstamo en el Leganés. Incluso si vendieran al primero, tienen decidido fichar a un sustituto para el brasileño.
Lo chocante es que el Depor se haya puesto tan exigente en sus pretensiones cuando Róber Pier no tiene sitio en la plantilla blanquiazul pese a su gran temporada. El punto de fricción es que el Levante, además de la cesión, quiere una opción de compra que en el club gallego quieren que sea lo más elevada posible y, además, una oportunidad de repesca que dejase poco margen de beneficio a un Levante que correría con todos los riesgos. Riesgos que, por otra parte, no consideran en Orriols ya que en el Levante sí que le tienen mucha fe al futbolista. Es decir, todo favorable para los intereses blanquiazules. Pese a ello, parece que las posturas se habrían acercado y, por ello, en la capital del Turia se esperan noticias en las próximas fechas.