Desde la llegada de Vicente Blanco 'Tito' a la dirección deportiva del Levante UD el conjunto granota ha vivido dos veranos de cambios, motivados fundamentalmente por el cambio de categoría en sendas temporadas. El máximo responsable heredó el equipo del descenso y decidió dar un cambio de aires a la entidad; nuevo entrenado y un nuevo grupo que, de manera brillante, les llevó al ascenso. La sintonía entre la dirección deportiva y el cuerpo técnico, representado por Juan Ramón López Muñiz, se ha visto patente en los dos años de planificación deportiva para formar un bloque unido que compite.
En su primera temporada al frente de la dirección deportiva dio de baja hasta 20 fichas. En ese mercado de invierno llegaron muchos jugadores para tratar de revertir la situación como Rossi, Medjani, Verdú u Orban, que, en distinta medida, no acabaron de cuajar en la entidad de Orriols. Pesos pesados de la plantilla como Navarro o Juanfran no renovaban sus contratos, éste último se retiraba del fútbol. Mientras que jugadores que tampoco encajaron en el equipo como Mariño, Ghilas o Xumetra tomaron rumbo a otros destinos.
Jugadores como Morales, Pedro López, Lerma, Verza, Rubén, Víctor Casadesús o Iván López se quedaban para remar en busca del retorno a Primera División. Mientras que Roger y Jason volvían de sus respectivas cesiones para hacerse un nombre en el Ciutat de València, lo demás ya es otra historia. Tito apostó por el talento nacional para acompañar a una plantilla donde sólo hubieron tres extranjeros, Lerma, Saveljich y Rafa Martins. Así llegaron los Chema, Postigo, Róber Pier, Campaña o Raúl Fernández que, una temporada después, en Primera División, siguen siendo fundamentales en los esquemas de Muñiz.
El delantero brasileño abandonó el equipo en el mercado de invierno ante la falta de oportunidades y llegó Juan Muñoz como sustituto. Remiro volvía a Bilbao por la lesión de Kepa y el conjunto granota se hacía con Oier. Estos fueron los retoques, por circunstancias, en el mercado invernal de un grupo que funcionaba y ya por el mes de enero olía a Primera.
Esta temporada, con hasta 12 incorporaciones, diez han sido los jugadores que han abandonado la entidad. Muchos de ellos en calidad de cedidos. Verza, Rubén, Savelijich, Espinosa, Koke o el canterano Pepelu han salido a préstamo para disponer de los minutos que requerían sus carreras. Casadesús no prolongó su contrato con el conjunto granota y marchó, como un señor, al Tenerife. Montañés, Abraham o Juan Muñoz, que no consiguieron entrar en la dinámica del equipo, también cambiaron de aires. Mientras que Natxo Insa se marchó en busca de confianza a la exótica Malasia, donde se ha erigido en una estrella en el campeonato doméstico, ganando incluso la liga.
Por lo que con las llegadas de Luna, Alegría, Bardhi, Doukouré, Róber Pier, Boateng, Ivi, Samu, Lukic, Langerak, Cabaco y Nano se cierra la plantilla para competir en el regreso a la máxima categoría del fútbol nacional. Con muchos cambios, pero una misma idea y una base importante del proyecto anterior que continúa, el conjunto granota espera competir como ha demostrado estas dos primeras jornadas ante los grandes de LaLiga Santander.