Los 365 días del fortín y el derrumbamiento del Ciutat de València
El Levante UD ha disputado 22 encuentros de Liga en el Ciutat de València, además de la vuelta de Copa del Rey frente al Girona, en el año natural; con un balance de 12 victorias, cinco empates y cinco derrotas. 2017 comenzó siendo un fortín para los de Juan Ramón López Muñiz en Segunda División y con la entrada de la nueva temporada, ya en el marco de la máxima categoría, se siguió compitiendo en Orriols. Sin embargo, las tornas cambiaron y desde el 21 de septiembre los granotas no saben lo que es ganar en casa desde el 3-0 a la Real Sociedad.
Desde entonces, el equipo ha encadenado siete jornadas consecutivas sin vencer como local tras un buen arranque de campaña en su feudo, incluyendo la vuelta de Copa del Rey. Seis encuentros ligueros en los que los levantinistas han sumado únicamente dos puntos y lo peor de todo han sido las sensaciones. Frente al Atlético de Madrid un duro correctivo, 0-5 en la derrota más abultada de la 'era Muñiz'; pero si hay dos derrotas que escuecen especialmente en casa son las cosechadas frente a Alavés y Girona, que terminaron por ensombrecer la trayectoria en casa.
El equipo todavía no se ha recuperado y la ínfima mejoría frente al Athletic y Leganés fue insuficiente pues sólo se pudo puntuar ante los pepineros para seguir con la mala racha local. Lo que contrasta con lo ocurrido la temporada pasada. El 31 de diciembre la plantilla despide el año ante su público en el Ciutat de València para agradecer el apoyo brindado y tratar de revertir, junto a la afición, la racha de resultados que se cierne sobre el Levante como local para la consecución del objetivo a final de temporada. Ya que los números, en el año natural, invitan al optimismo en Orriols.
La seriedad a domicilio le mantiene vivo
Si hay algo que ha mantenido vivo al Levante UD en la clasificación, además de que a los rivales directos les ha costado arrancar, es la seriedad defensiva a domicilio. La manera de jugar que supone un lastre para puntuar en casa le ha dado muchos réditos a los de Muñiz lejos del Ciutat de València, donde pueden aprovechar que los adversarios llevan la iniciativa para golpear con la rapidez de futbolistas como Morales o Jason. El conjunto granota sólo ha perdido un partido lejos de Orriols y fue el del fatídico 4-0 en el Benito Villamarín frente al Betis. Desde entonces no han perdido con una victoria ante la UD Las Palmas y sendos empates contra Espanyol, Eibar, Málaga y Sevilla.