El Levante UD no sólo recuperó sus mejores sensaciones con su victoria frente al Espanyol en la ida de los octavos de final de la Copa del Rey sino que logró otra victoria lejos del Ciutat de València, y por ende otro gran resultado a domicilio, lo que le sirvió para alargar la buena racha, que ya se convierte en sensacional, cuando actúa como foráneo. Es tan positiva esta seguidilla que se ha convertido en la mejor serie de partidos, un total de siete, sin derrota de forma consecutiva en desplazamientos en la historia del Levante UD cuando ha estado en Primera División. Otro dato positivo para pensar en que los de Muñiz puede remontar de su inestable situación.
Sobre todo si logran trasladar ese buen hacer a sus partidos como local. Pero, de momento, toca recopilar cómo ha conseguido esta plantilla hacerse un hueco entre los 108 años de historia del Levante. Son ya siete salidas sin que el equipo de Muñiz hinque la rodilla, después de hacerlo por última vez frente al Real Betis. Cualquiera diría que los granotas se vieron espoleados y escarmentados por aquel 4-0 encajado en el Benito Villamarín, ya que no han vuelto a tropezar cuando les ha tocado desplazarse. Una racha que, precisamente, arrancó frente al Espanyol al igualar 0-0 en el RCDE Stadium en la jornada 8 de la Liga Santander.
Tras firmar tablas en territorio perico, vendrían el triunfo frente al Girona en la ida de los dieciseisavos de Copa (0-2), el empate en Ipurua (2-2) frente a un Eibar que remontó un parcial de 0-2; la victoria contra la UD Las Palmas por 0-2 y sendos empates contra el Málaga en La Rosaleda y el Sevilla en el Sánchez Pizjuán, ambos sin goles. Y, finalmente, ha dado continuidad a esta racha de siete encuentros fuera sin caer con el 0-0 copero ante los de Quique Sánchez Flores.
Hasta este resultado, la mejor racha a domicilio en una temporada en Primera del Levante UD se había dado en la 2012-13. Entonces, los de JIM firmaron sendos 0-0 frente al Sevilla en Liga y el Twente en Europa League, seguidos de una victoria en Riazor frente al Deportivo (0-2) y otra por 1-3 ante el Helsingborg en competición continental. Después, igualarían 1-1 contra el Celta en Balaídos y se impondrían por la mínima al Zaragoza en La Romareda (0-1). Finalmente, el Rayo cortaría esta racha con un contundente 3-0 en Vallecas.