El Levante UD acumuló otra jornada, la decimoquinta seguida, sin lograr ganar un partido, en este caso por el empate contra el Espanyol y, por tanto, el futuro de Juan Ramón López Muñiz sigue muy en el aire. El técnico, aunque no quiso hablar demasiado sobre el asunto, asumió su "responsabilidad" y sólo piensa en el siguiente partido, si finalmente sigue en el banquillo azulgrana. "Mi futuro es que me voy a casa con mi mujer y mis hijas, a descansar y a pensar cómo podemos salir de esta situación para estar en las mejores condiciones de rendir y salir de esta situación", dijo el entrenador del Levante UD.
Eso sí, el asturiano se mostró "sorprendido por el ambiente de pesimismo" que se vive en el Levante "desde hace meses", algo lógico por otra parte ya que en las últimas 22 jornadas sólo han ganado una vez. "No he podido hablar con nadie, estaba más preocupado de Doukouré (lesionado) que de eso. Lo último que me tiene que preocupar es la situación personal", dijo Muñiz, que desveló algo curioso de la última vez que estuvo en el candelero. "Cuando el último Consejo, me enteré por lo que iba diciendo la prensa. De la retransmisión del otro día desde las 10.00 horas me fui enterando por la prensa, la llamada la recibí a las 21.30. Asumo mi responsabilidad sin problemas, lo que me sorprende es que desde hace meses hay un pesimismo tremendo en el ambiente. A día de hoy estamos por encima de tres equipos y esa situación no se despeja. Eso se resuelve con una victoria y del carro del pesimismo se bajaría alguien. Cuando lo tengamos claro todos iremos en el mismo camino", espetó.
El gijonés cree que el resultado no reflejó lo visto sobre el rectángulo de juego. "Los jugadores se han dejado la vida, hoy todos los cambios eran por goteras que nos iban saliendo porque son muchos partidos, no te da tiempo a recuperar. El partido ha sido muy injusto para el trabajo del equipo y el resultado pero es el fútbol", señaló el técnico.
Eso sí, reconoció que el 1-1 vino por un error que no se pueden permitir. "Es una pena que en los últimos partidos en el minuto 90 hemos perdido puntos. La pena es que te adelantas y no poder retener esa ventaja, en los últimos tres o cuatro minutos se vio ese nerviosismo de ir por delante y ellos simplemente nos estaban metiendo centros. Nos falta esa pizca de suerte para poder rematar esos esfuerzos. El que maneje mejor esos últimos minutos puede ser importante. Nos entró el pánico a poder ganar, eran balones arriba que son bastante controlables, el fútbol te da esas circunstancias y tenemos que corregirlo. Ganar experiencia, que no se juegue casi en los últimos minutos y no perdamos en los últimos minutos", sentenció.