El nuevo entrenador del Levante UD, Paco López, sabe de primera mano como se las gastan algunos de los pilares del equipo junto a los que tendrá que conseguir el objetivo de la permanencia. Durante su estancia como técnico en el Valencia Mestalla, el de Silla se enfrentó a una generación dorada de canteranos del Levante UD comandada por nombres como Morales, Roger o Iván López que dieron el salto al primer equipo.
Precisamente dos de ellos, con Iván López fuera de juego por lesión, serán dos de los hombres importantes sobre los que Paco López cargará la responsabilidad de tratar de dar alegría al equipo en ataque y tratar de materializar el objetivo. El 'Comandante' y el 'Pistolero' son dos de las grandes esperanzas ofensivas del equipo, pese a que el técnico valenciano es consciente que primero debe construir la casa por los cimientos.
El actual técnico del conjunto de Orriols se enfrentó en la jornada 28 frente a un filial con aspiraciones de 'play off'. En una plantilla en la que, además, había diversos jugadores en la élite del fútbol actual como Mossa, Fali, Ortuño o Provencio.
El encuentro se saldó con empate a dos, con gol de Morales y Álex Quintanilla en propia puerta, en uno de los encuentros entre filiales valencianos de mayor nivel en los últimos años en el marco de la Segunda División B. En la primera vuelta, los granotas se llevaron una contundente victoria por 4-2 sin Paco López en el banquillo, ya que el inquilino del banquillo era Sergio Ventosa, en el que Roger cerró la goleada en el minuto 90.
Por lo que Paco López ha sufrido en sus carnes y conoce a la perfección a dos de los jugadores más puntiagudos del equipo para tratar de enmendar el problema del gol en estas once finales que quedan por delante.
Otro de los jugadores a los que conoce a la perfección es Jason, al que tuvo bajo sus órdenes en las filas del Villarreal B durante su primera cesión como jugador del Levante. Durante su estancia en el conjunto amarillo, a sus 20 años, el de gallego disputó 22 encuentros con cinco tantos acumulando 1478 minutos en sus botas; siendo su primera gran temporada hasta despegar el curso pasado y, precisamente, en la que más minutos disputó hasta el año del ascenso.