La alegría vuelve a Buñol

Ya dijo Paco López, quizá en su primera frase de su presentación oficial o en el primero de los razonamientos que más interés despertó que su objetivo primordial en los primeros días dirigiendo a la plantilla del Levante UD era recuperarla anímicamente. Subirles la moral, por un lado, para despejar el ambiente de pesimismo que reinaba por la mala racha de resultados pero también para que, a partir de ahora, se atrevan a hacer sobre el terreno de juego las cosas que no han hecho hasta ahora y que impiden ganar partidos. En la sesión de este jueves, a 48 horas del duelo con el Getafe, los futbolistas del Levante UD han podido soltar tensiones y disfrutar de un día de trabajo bastante distendido.

Evidentemente, no son días para demasiadas licencias aunque queda claro que Paco López va a distinguir el jolgorio de lo que es necesario, es decir, estirar el rictus que se le había quedado a los granotas con todo lo sucedido y que derivó en la destitución de Muñiz. En la primera parte del entrenamiento, hubo muy buen rollo entre los futbolistas y el cuerpo técnico y, posteriormente, se pasó a la parte más seria en la que el técnico de Silla insistió en la necesidad de los ataques muy verticales y buscando rápido a los delanteros.
Al finalizar el entrenamiento, que se prolongó durante algo más de hora y media, Paco López continuó con las charlas individuales que está manteniendo desde que dirigio su primera sesión. Esta vez fue el turno para Antonio Luna, que está haciendo un esfuerzo especial jugándolo todo por la complicada lesión de Toño García, y posteriormente con uno de los futbolistas con más peso específico dentro y fuera del campo como es José Morales. La plantilla se ejercitará por última vez este viernes a partir de las 10.30 horas antes de partir por la tarde hacia Madrid. El partido se jugará este sábado 10 de febrero desde las 18.30 horas en el Coliséum Alfonso Pérez.