Morales iguala una tremenda batalla en Montilivi

Tremendo partido entre el Levante UD y el Girona en Montilivi y que terminó en tablas (1-1). A los puntos, el conjunto granota fue superior por intenciones y también por juego pero lo cierto es que el equipo dirigido por Pablo Machín también tuvo ocasiones para llevarse el gato al agua y que no supo aprovechar después del golazo de Álex Granell. El equipo de Paco López se mostró valiente, muy decidido, completando quizá su mejor actuación lejos de Orriols y por ello obtuvo su premio. El encargo de poner la pica en Flandes, en este caso en Montilivi, fue su 'Comandante'. José Morales puso el empate y aleja un poquito más al Levante UD de los puestos de descenso, mientras le toca mover pieza a sus perseguidores.

El primer tiempo fue vibrante entre dos equipos que no se dejaron nada y que afrontaban el partido con dos presentes bastante prometedores: el Girona, séptimo clasificado y por tanto en puestos de competición europea, busca certificar lo que ningún equipo había logrado en todo el ejercicio, ni siquiera el todopoderoso Barcelona de Valverde, y era la séptima victoria seguida en casa; por su parte, las ínfulas del Levante no eran tan ambiciosas aunque en todo caso el objetivo era el triunfo, el tercero consecutivo, que confirmarse el buen momento bajo las órdenes de Paco López y por supuesto le alejase del descenso. El envite no defraudó a nadie y, pese a que el marcador no se movió al cabo de los 45 minutos iniciales, hubo fútbol y ocasiones para que hubiese sucedido lo contrario.
El amanecer del encuentro dispuso un juego trabado y un conjunto granota algo mejor plantado que un Girona seguramente sorprendido por la solidez de su adversario. Todo el peligro discurría por la banda izquierda ya que, si el Levante intentaba volcarlo todo hacia Morales, los arranques de Portu fueron una prueba de fuego tanto para un Cabaco como sobre todo un Róber Pier providenciales al corte en cada una de las embestidas del murciano. Sin embargo, fue un ardid del encuentro ya que las cosas más interesantes, al menos en los locales por medio de Aday, y en el cuadro levantinista con Jason, sucederían por el otro flanco. En el 10', el lateral izquierdo catalán recibía en tres cuartos de campo, recortaba hacia adentro a Lerma y chutaba de forma potente para intentar sorprender por arriba a Oier, pero el irundarra respondía metiendo una buena manopla arriba. Luego, Maffeo remataría de primeras y con la zurda un saque de esquina pero de nuevo atajaría el meta vasco.
Pero las primeras ocasiones de los locales no arredraban al Levante que, con una presión muy ajustada, no dejaba pensar al Girona y desplegar su juego habitual. El equipo de Paco López empezaba a tocarla con un Campaña muy fino bien respaldado por Jason, que se movió bien entre líneas. Sin embargo, una asociación que funcionaba igual de bien como mínimo, aunque sin el premio del gol, era la atacante. Roger se disfrazaba de asistente una y otra vez para dejar en la mejor disposición posible a Boateng, que tuvo varias para adelantar a los valencianos. En el 13', el ghanés se lanzó hacia la portería tras un regalo del 'Pistolero' pero Maffeo le rebañó la pelota cuando iba a engatillar. Poco después, Campaña se gustó con un sombrerito y otro pase entre líneas hacia el de Torrent que, muy escorado, cruzó todo lo que pudo y Bono atajó bien abajo.

Lo cierto es que el balón no lograba alojarse en el fondo de la red pero no menos lo era que los azulgranas, esta vez blanquinegros, dieron faena de la buena al meta marroquí del Girona. La dupla Campaña-Jason volvía a combinar para de nuevo lanzar hacia Boateng que, al intentar regatearse a Bono, volvió a perder la partida con el arquero local. El encuentro ganaba en emoción y se iba mascando el 0-1 pero si por algo los de Machín habían firmado un set en blanco de victorias en Montilivi era porque nunca te puedes descuidar con ellos. Con la saeta clavada en la media hora, el mejor de los rojiblancos, Aday Benítez, tuvo la ocasión de lanzar un libre directo que estrelló con una rosquita rasa en la madera. El poste la escupió hacia el cuerpo de Oier que, de esta manera, evitó la segunda jugada.
Llegados a este punto, quedaba claro que el partido no regateaba en emociones, tanto que el más activo en el ataque granota, Boateng, volvería a tener otra buena opción de marcar. Lo hizo aprovechando que Jason se llevó una tarascada y, llevándose el balón suelto, se marchó hacia línea de fondo. Cuando se esperaba que la echase atrás hacia la llegada de un compañero, disparó para que Bono detuviese raso. La respuesta del Girona llegó con sendos latigazos de Borja García y Álex Granell que se perdieron a la izquierda de Oier y, en el 42', de nuevo Boateng haría estremecerse a Montilivi: Roger se la envió por arriba, el ghanés hizo un control dirigido con mucha calidad y, con una bonita rosca, la envió al palo derecho de la meta local.
Así concluía un primer tiempo al que no le faltó de nada, evidentemente el gol, aunque el Levante, nada más regresar de los vestuarios, parecía dispuesto a cambiar radicalmente ese cerocerismo. Y es que, nada más reanudarse el choque, Jefferson Lerma rozó el poste y el gol con un chut con la derecha que por poco no cogió portería. Segundos después, Morales insistiría y, tras advertir un enorme desmarque de Boateng, se la metió en el área pero el africano se escoró demasiado y su tiro fue demasiado cruzado. Sin embargo, el primer tanto no fue para el que más lo buscó aunque sí para el que lo hizo con más calidad: el Girona sacó de banda, la pelota le llegó a Granell que, perfilándose, la alojó en la escuadra izquierda con un zapatazo tremendo (1-0).
Podía pasar cualquier cosa y, en este caso, fue lo que se podía esperar antes de arrancar el encuentro pero no lo que marcaba el transcurrir del mismo. El 1-0 noqueó de forma momentánea a los de Paco López, que pudieron encajar el segundo tras un robo y rapidísimo contragolpe de Portu. El murciano decidió cedérsela a Stuani, en una posición inmejorable y, desde el punto de penalti, intentó ajustarla y la envió, por poco, fuera. Era un choque sin concesiones y no tardó en espabilarse el Levante, que de nuevo se volcaba tocándola en la frontal de los locales aunque su siguiente intento fue tras saque desde el banderín y de nuevo Boateng le pegaba fuera con la testa.

Todo parecía cocinado, y lo demostró la acción que concluyó con error de Stuani, para que el Girona pudiera llevarse el encuentro gracias al contragolpe pero el Levante de Paco López es totalmente diferente al de los últimos coletazos de Muñiz. Es un conjunto granota valiente, con orgullo y que no parece dispuesto a izar la bandera blanca en ninguna situación. Y, claro, el portador del estandarte, aunque con menos brillo hasta el momento en el partido, seguía siendo Morales y fue el que deshizo el entuerto. En el 68', Lerma vio a su jefe de filas haciendo equilibrismos en el alambre de la línea de fuera de juego (y posiblemente estuviese en off side) y le mandó el esférico. El 'Comandante' puso la directa, se plantó ante Bono, le regateó y, a placer, empató (1-1).
La batalla era tremenda. Paco López había refrescado sus filas con Ivi y, entre el madrileño y Morales, comandaban los ataques del Levante. Los equipos apretaban los dientes y se alternaban los ataques, en mayor número para los visitantes aunque a Oier todavía le tocaría intervenir en el último suspiro. En el 92', el Girona ejecutó una estrategia desde el lateral y Bernardo se alzó entre la maraña de futbolistas para cabecear. Sin embargo, el arquero azulgrana estaba bien colocado y logró atraparla. No dio tiempo para más y el Levante, que posiblemente hizo su mejor partido a domicilio, obtuvo un valioso punto lejos del Ciutat de València a la espera de lo que hagan sus rivales directos.