El Levante UD se pegó fuego (2-6), y no fue por la elevada temperatura que castigó al Ciutat de València, que también, sino por un partido en el que cometió errores imperdonables que un Sevilla muy necesitado de acumular buenas sensaciones castigó con saña. El encuentro fue generoso en cierto modo con el equipo de Paco López porque, en la primera mitad, le dio varias oportunidades para enmendar sus fallos pero ni aun así supo aprovecharlo. Sarabia tiró de su clase para comandar el abultado triunfo del conjunto de Pablo Machín y un Ben Yedder muy afilado, casi desconocido, también se lució con su hat-trick al Levante UD.
El conjunto granota perdonó, a excepción del gol de Roger, las mejores ocasiones que tuvo y, cuando tuvo que ser contundente en defensa y a la hora de no caer en pérdidas de balón grotescas en la parcela ancha, falló estrepitosamente. Ése sería el resumen a grosso modo de lo que se vio en el Ciutat de València. Luego vendría la crítica a las propuestas de Paco López, que seguro que lloverán a plomo pero es la misma con la que el año pasado el Levante protagonizó una recta final de temporada espectacular aunque entonces había tensión, intensidad, concentración, que es lo que faltó contra el Sevilla. Una cosa no está reñida con la otra y, de hecho, cuando no van juntas, llega el chorreo.
Y eso que el partido empezó de forma inmejorable para el Levante. Las propuestas de ambos entrenadores hacían barruntar lo que luego se corroboró, un choque de ida y vuelta sin un rottweiler entre los 22 jugadores que detuviese el juego en la medular. Las primeras ocasiones fueron para los granotas, una de Borja Mayoral que, tras bajar la pelota en el vértice del área, puso a prueba a Vaclik con un tiro raso ajustado al palo, y la segunda de Roger que cabeceó demasiado picado un centro de Morales y también se topó con el meta sevillista. El rechace lo tiró fuera Bardhi. El checo arreglaba los primeros desajustas de la defensa visitante, algo que no sucedía en la otra área y es por donde empezó a escaparse el conjunto de Machín. En el 11', Postigo dudó a la hora de despejar el esférico y André Silva le robó la cartera. Lo demás fue calidad pura y dura del Sevilla: el portugués la dio de tacón a Ben Yedder, combinó con Aleix Vidal y el carrilero devolvió el pase de la muerte para que le francés estableciese el 0-1.
El Sevilla dejaba claro que no iba a perdonar ni un solo desliz del Levante que, afortunadamente, no tardó demasiado en poner las tablas en el mercador tras una contra bien llevada por Luna. El lateral la puso con finura al corazón del área y, después de que Borja Mayoral no apuntillase, llegó Roger para enviarla al fondo de las mallas. La sangre azulgrana no llegaba al río y, además, los de Paco López iban a contar con más oportunidades para provocar un vuelco en el marcador pero ni Pedro López ni Bardhi aprovecharon sus oportunidades ante un gigantesco Vaclik, que dentro de su repertorio sacó una parada con el antebrazo al macedonio. También iba a probar fortuna Aleix Vidal internándose por el piquito del área aunque, tras perfilarse, le metió demasiada rosca y la pelota se marchó a un metro del poste derecho. En la siguiente acción, el Levante volvió a blandear en la retaguardia: Banega metió a la olla el esférico de falta lejana, Oier se quedó a media salida y Carriço, superando a los centrales, cabeceó a la red.
Hasta este momento, el encuentro se empeñaba en recordarle al Levante que era víctima única y exclusivamente de sus errores, ésos que el Sevilla, eso sí, con su superior calidad, estaba dispuesto a aprovechar con cuentagotas y luego a raudales. Por eso, los azulgranas tuvieron una nueva oportunidad para igualar tras una mano dentro del área y posterior derribo de Aleix Vidal a Bardhi tras un control magistral del macedonio. Los galones llevaron a Morales a plantar la pelota y mirar a los ojos a Vaclik y en ese reto entre 'Comandante' y cancerbero salió ganador el sevillista, atajando a su izquierda. Ese error, esta vez sí, iba a dejar grogui a la escuadra de Orriols que, tras una pérdida de Prcic en la parcela ancha, tuvo que encarar un dos contra tres a favor del Sevilla que resolvió Ben Yedder con el 1-3, con un zurdazo de calidad a pase, cómo no, de Sarabia.
El tercer tanto del Sevilla empezaba a poner demasiado cuesta arriba el camino para el Levante. Las mínimas dudas que pudiera generar su adversario se dedicaba a barrerlas Vaclik: metió la manopla arriba para despejar a córner un libre directo de Bardhi y luego estuvo bien colocado ante un cabezazo de Roger tras saque de esquina. No estaba tan fino Oier que, al filo del descanso, cometió otro error grueso. Sarabia centró muy pasado pero Jesús Navas pudo empalarla. El arquero vasco la atrapó en primer término adelantándose a Ben Yedder pero se le escapó la pelota y el delantero galo estuvo avispado para recogerla y marcar a placer el 1-4.
La escampada de los aficionados levantinistas hacía dudar si escapaban del sol ante el inminente pitido final del árbitro o si definitivamente aprovechaban para marcharse a sus casas y a fe que muchos ya no volvieron a aparecer. Los que tenían duda empezaron a desfilar de nuevo ya que, a los cinco minutos de arrancar el segundo tiempo, Luna perdía la pelota y Ben Yedder la enviaba a la zona de peligro de rosca. Róber Pier llegó a tiempo para impedir el remate de Sarabia pero el balón quedó muerto para que André Silva ajusticiase por quinta vez a Oier.
Si el partido ya estaba muerto con el 1-4, el quinto tanto de los hispalenses lo remató todavía más. Pero el chaparrón no iba a terminar así ya que el mejor de los de Machín en esta matinal, Pablo Sarabia, también quería su parte. Antes, Mayoral había intentado maquillar al menos el marcador pero su derechazo de nuevo lo abortó Vaclik con otra gran estirada. Y en el 61', otro contragolpe sevillista en esta ocasión derivó en una apertura de Ben Yedder hacia el '17' visitante que, con un tiro cruzado muy ajustado, establecía el 1-6 en el luminoso.
El Sevilla no quiso recrearse más en la desgracia del Levante y bajó varias revoluciones. El largo resto del encuentro sirvió para ver el debut de Vukcevic y, algo es algo, el de Simon con gol. Un día para olvidar, aunque será difícil por tiempo, en el coliseo de Orriols.
Con todos mis respetos para Paco López no se da cuenta que Robert Pier no es un central siempre a jugado de mediocentro defensivo y esto no quiere decir que la culpa de la derrota sea de el
cni es posible seguir en primera con esa defensa y ese pirtero