El Levante UD ha regresado este lunes por la tarde a los entrenamientos tras todo un fin de semana de descanso aprovechando el parón de la Liga por compromisos internacionales.
La plantilla dirigida por Paco López ya está manos a la obra con la mente puesta en el próximo partido liguero. El Levante UD jugará el próximo sábado ante el Huesca en su estadio a partir de las 18.30 de la tarde y el objetivo no es otro que el de llevarse los tres puntos del feudo oscense. Después de la dura derrota en el Ciutat de València ante la Real Sociedad, el conjunto granota necesita reencontrarse con el triunfo y con las buenas sensaciones.
La primera sesión de la semana, vespertina, ha tenido lugar en las instalaciones de la Ciudad Deportiva de Buñol a partir de las 16.30 de la tarde. Todavía no se han reincorporado ninguno de los internacionales que esta semana pasada han estado concentrados con sus respectivas selecciones. Irán llegando de forma progresiva a lo largo de la semana, los primeros a partir de este martes.
El trabajo intenso ha regresado para el Levante UD y atrás quedan las sesiones distendidas de la semana pasada puesto que no había competición en el horizonte.
El pasado viernes el Levante despidió la semana con una sesión diferente. El equipo granota cambió el escenario habitual del entrenamiento y se marchó al Arena Beach de Alboraya. Allí, el futvoley fue el gran protagonista de un entrenamiento atípico que sirvió para romper la rutina.
Siempre que el calendario lo permite como ocurrió la pasada semana, a la plantilla le viene bien cambiar de hábitos. Además, actividades así, permiten reforzar los lazos entre compañeros dentro de un vestuario que ofrece buenas vibraciones por el buen desarrollo de la temporada.