Emmanuel Boateng fue uno de los artífices de la gran victoria que este pasado jueves consiguió el Levante por 2-1 ante el F.C. Barcelona en la ida de los octavos de final de Copa del Rey.
El ariete ghanés formó dupla ofensiva con Borja Mayoral, quien también tuvo una actuación muy destacada, y ambos fueron un quebradero de cabeza constante para la inédita zaga de F.C. Barcelona, formada por Semedo, Murillo y los canteranos Chumbi y Miranda.
El partido de Boateng fue tremendo y todo un recital de entrega y sacrificio para el equipo. Junto a Mayoral, Boateng fue toda una referencia para sus compañeros y se vació en la presión y el desmarque al espacio. Prácticamente, en cada acción en la que Boateng entró en juego con el balón, estuvo acertado. Jugó con sus compañeros, se asoció y encontró la forma de acercar el peligro sobre el área levantinista. Tanto es así, que se vistió de 'jugón' para asistir a Mayoral en la acción del segundo gol, filtrando un pase para el madrileño por donde apenas había espacio para ello.
A Boateng tan sólo le faltó el gol. Estuvo muy cerca al rematar un pase de Coke al corazón del área tras una gran jugada del carrilero madrileño. Boateng remató como pudo ya que estuvo impedido por la oposición de Murillo y Cillessen paró el remate con el cuerpo.
Boateng además, dejó muestras muy sutiles de calidad, en especial en una acción en la que controló un balón aéreo de primeras con el tacón y el control orientado pasó de caño bajo las piernas del central Chumbi. El Ciutat quedó prendado con esta acción y con el partido de Boateng en general. El ghanés fue sustituido a falta de 20 minutos por Morales y la hinchada granota lo despidió con una atronadora ovación.