Erick Cabaco fue víctima de su propia frustración e impotencia y se ganó a pulso la segunda amarilla en San Mamés tras lanzar el balón al colegiado Munuera Montero tras una decisión en los últimos minutos de partido.
De esta manera, el charrúa no podrá jugar 'la final' ante el Huesca del próximo domingo en el Ciutat de València.