El duelo del próximo sábado entre el Levante y el Rayo no será un partido más para Coke Andújar. El lateral madrileño jugará como granota ante el equipo en el que se crió y el que le permitió acceder al fútbol profesional. Será un día de muchos sentimientos encontrados para Coke, sobre todo teniendo en cuenta lo mucho que hay en juego. Si el Levante vence a los vallecanos, estos habrán consumado prácticamente el descenso a Segunda División. Sin lugar a dudas, una situación emocionalmente complicada para Coke, quien seguro antepondrá su profesionalidad a cualquier otra consideración.
Coke se reencontrará con su pasado otra vez el día más duro para la entidad en la que se formó como persona y futbolista. Coke jugó en las categorías inferiores del Rayo Vallecano hasta que dio el salto al primer equipo en la temporada 08/09. Allí militó durante tres temporadas siendo un jugador clave para todos sus entrenadores y para la afición. Su gran rendimiento no pasó desapercibido y finalmente acabó enrolándose en las filas del Sevilla para ser uno de los capitanes en una de las épocas más doradas del conjunto hispalense.
El pasado mes de diciembre, el Levante visitó el estadio vallecano y perdió en el último partido del año 2018. En ese encuentro, Coke fue recibido con honores por parte de la hinchada vallecana pues la huella que allí dejó es muy importante pese a no haber jugador en Primera con el equipo de sus amores.
Así pues, Coke dará todo lo que tiene el próximo sábado para que los tres puntos permanezcan en Orriols y supongan un paso más para el Levante hacia la salvación, sin embargo, nadie le podrá quitar el sabor agridulce en caso de victoria pues eso significará una sentencia de muerte deportiva para el Rayo.